La negativa de los “manifestantes anticapitalistas” significa que la Corporación Municipal de la City, distrito financiero de Londres, llevará el caso a los tribunales, un proceso que previsiblemente podría durar meses.
Los acampados, más de un centenar, vivieron la llegada de la hora del ultimátum en silencio y con las manos alzadas, mientras algunas pancartas rezaban: “No pueden desalojar una idea”.
Un vocero municipal precisó que las autoridades de la City “no contemplan ahora mismo ninguna acción policial”, por lo que, a pesar de la negativa de los manifestantes, no se espera un desalojo violento por parte de las fuerzas del orden.
Se espera que el ayuntamiento de la City pida al Tribunal Superior de Londres una orden de desalojo que, de no cumplirse, podría derivar a futuro en una expulsión por la fuerza.
La movilización londinense se inició el 15 de octubre dentro de una convocatoria internacional contra los excesos del sistema financiero, aunque posteriormente derivó en un enfrentamiento con los responsables de la catedral de San Pablo, delante de la cual se encuentra el campamento anticapitalista.
Precisamente esa confrontación motivó la dimisión de dos clérigos del templo anglicano: El canónigo Giles Fraser y Graeme Knowles, el deán de San Pablo y su máximo responsable.
EFE
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