x Anibal Ortizpozo Injerencia, "revueltas populares", bombardeos a civiles, ejecuciones de capturados vivos y difusión (como aviso) de imágenes de muertes violentas
“Entre los individuos como entre
las naciones, el respeto al derecho
ajeno es la paz.”
Benito Juárez
Diga lo que se diga, nuestra Rosa Luxemburgo ya lo expresó con claridad infinita: “socialismo o barbarie” y es vox populi, quién ha puesto en el escenario mundial la barbarie sin respetar tratados ni normas internacionales que deben aplicarse en el caso de victimas de guerras y quiénes hemos puesto las víctimas, presos torturados y asesinados. Existen convenciones, que señalan cómo se debe tratar a los prisioneros, donde lo fundamental es preservar la vida y salud de los seres humanos que en confrontaciones armadas son capturados con vida.
En esta postmodernidad neoliberal en crisis, hemos tenido que aprender, los nuevos códigos y lenguajes impuestos desde los más grandes poderes políticos militares. A saber: los tradicionales sangrientos mercenarios de otrora, se llaman hoy contratistas; los que han “soltado los demonios” sobre personas y pueblos que ellos antes calificaban de comunistas, hoy somos terroristas; las mismas guerras obscenas y ordinarias de antes, ahora se llaman de cuarta generación y las ocupaciones tradicionales, se anuncian como amenazas y de hecho como invasiones preventivas; el secuestro y traslado de personas de un país a otro, hoy son restituciones; ya no se necesita sembrar armas, se inventa que tenemos armas de destrucción masiva, (aunque se demuestre que no las tenemos). Los pretextos son interminables: que no combatimos el narcotráfico, entonces se descertifica a naciones que no producen ni consumen como los propios “descertificadores”; se establecen convenios económicos como el ALCA, que incluye, apoyar y ceder espacios estratégicos para nuevas bases militares, porque ya no les bastan las que tienen, ni sus transatlánticos y cárceles como Abu Ghraib, Bagram, Guantánamo; las operaciones encubiertas, hoy son descubiertas gracias a documentos desclasificados e investigación de expertos y famosos hackers como el caso de Julián Assange de Wikileaks, sin olvidar alguna que otra confesión de veteranos de guerra pertenecientes al Comité Central de Opositores por Conciencia (CCCO), www.objetor.org, Philadelphia y Miembros de la Liga de Resistencia a la Guerra (WRL), New York. Cuando cuestionamos la instalación de nuevas bases militares por el mundo, yo digo “qué caso tiene”, pues para mí, sus principales bases militares y sus más eficientes centros de operaciones, son sus embajadas, cerebros de toda injerencia dentro de nuestros países.
El invencible imperio sigue extendiéndose y exponiéndose al más alto repudio que nación alguna haya tenido jamás. Registros históricos evidencian las intervenciones desde 1823 con la creación de su doctrina Monroe que establece que nosotros pertenecemos a la esfera de influencia norteamericana; posteriormente, crea la famosa Escuela de las Américas, en Panamá 1946, donde tenían que asistir para su formación, nuestros militares de alto rango, futuros dictadores golpistas pro-yanquis y en 1947 el TIAR, su famoso Tratado de Asistencia Recíproca, para la defensa del continente americano en caso de una agresión extra continental, el que EEUU incumplió en la guerra de las Malvinas, poniéndose al lado de Inglaterra contra el legítimo derecho argentino.
En esta postmodernidad neoliberal en crisis, hemos tenido que aprender, los nuevos códigos y lenguajes impuestos desde los más grandes poderes políticos militares. A saber: los tradicionales sangrientos mercenarios de otrora, se llaman hoy contratistas; los que han “soltado los demonios” sobre personas y pueblos que ellos antes calificaban de comunistas, hoy somos terroristas; las mismas guerras obscenas y ordinarias de antes, ahora se llaman de cuarta generación y las ocupaciones tradicionales, se anuncian como amenazas y de hecho como invasiones preventivas; el secuestro y traslado de personas de un país a otro, hoy son restituciones; ya no se necesita sembrar armas, se inventa que tenemos armas de destrucción masiva, (aunque se demuestre que no las tenemos). Los pretextos son interminables: que no combatimos el narcotráfico, entonces se descertifica a naciones que no producen ni consumen como los propios “descertificadores”; se establecen convenios económicos como el ALCA, que incluye, apoyar y ceder espacios estratégicos para nuevas bases militares, porque ya no les bastan las que tienen, ni sus transatlánticos y cárceles como Abu Ghraib, Bagram, Guantánamo; las operaciones encubiertas, hoy son descubiertas gracias a documentos desclasificados e investigación de expertos y famosos hackers como el caso de Julián Assange de Wikileaks, sin olvidar alguna que otra confesión de veteranos de guerra pertenecientes al Comité Central de Opositores por Conciencia (CCCO), www.objetor.org, Philadelphia y Miembros de la Liga de Resistencia a la Guerra (WRL), New York. Cuando cuestionamos la instalación de nuevas bases militares por el mundo, yo digo “qué caso tiene”, pues para mí, sus principales bases militares y sus más eficientes centros de operaciones, son sus embajadas, cerebros de toda injerencia dentro de nuestros países.
El invencible imperio sigue extendiéndose y exponiéndose al más alto repudio que nación alguna haya tenido jamás. Registros históricos evidencian las intervenciones desde 1823 con la creación de su doctrina Monroe que establece que nosotros pertenecemos a la esfera de influencia norteamericana; posteriormente, crea la famosa Escuela de las Américas, en Panamá 1946, donde tenían que asistir para su formación, nuestros militares de alto rango, futuros dictadores golpistas pro-yanquis y en 1947 el TIAR, su famoso Tratado de Asistencia Recíproca, para la defensa del continente americano en caso de una agresión extra continental, el que EEUU incumplió en la guerra de las Malvinas, poniéndose al lado de Inglaterra contra el legítimo derecho argentino.
En sus injerencias modernas, creó los llamados golpes suaves, para darle legitimidad a sus acciones y culpar a otros, con lo falso legal de las jurisprudencias, nacionales e internacionales, tal es el caso presidente Zelaya en Honduras. Financia laboratorios para poner a sus pies instituciones creadas para defender a las naciones como la OEA y las Naciones Unidas. Esta organización insiste recientemente, en octubre 2011, con una votación aplastante de 186 votos a favor 2 en contra (EEUU e Israel) y tres obtenciones (pequeños países del Pacífico), que suspenda el inhumano bloqueo económico a Cuba, recomendación que no atiende.
La guinda de la torta, su eficiente brazo armado la OTAN, demostró fehacientemente, con sus bombardeos a Libia, que no se diferencia en nada de los mercenarios contratistas, cuando se ha puesto al servicio de los más bajos intereses de los países desarrollados encabezados por EEUU y sus seguidores de Europa: China, Japón, Rusia, cómplices por silencio de los bombardeos a Libia.
Un poco de ayuda memoria, no está mal, lo de Libia, no es sólo de ahora, del morir bombardeado en la “primavera árabe”, hace más de treinta años, en la década de los 80, Estados Unidos realizó varios intentos de derrocamiento de Gaddafi, y el 15 de Abril de 1986 bombardeó Trípoli, en aquella ocasión murió su hija adoptiva Hana junto a decenas de personas, aunque hay quienes afirman que está viva... El creador del panafricanismo y la Unión Africana, fue bombardeado por la OTAN, capturado vivo y asesinado el 20 de octubre de este año.
Dos condiciones evidentes, tienen los pueblos con amenazas de invasiones preventivas; abundantes riquezas naturales, especialmente reservas petroleras y sus políticas ideológicamente opuestas al imperio, que en reiteradas oportunidades, ha declarado “el que no está con migo, está contra mí”. Los pretextos de EEUU para intervenir en otras naciones son infinitos, desde algunos aparentemente legítimos, como proteger sus embajadas e intereses norteamericanos; establecer convenios bilaterales para asesorías tecnológicas y militares, o combatir el narcotráfico. En Sudamérica, está demostrado que la presencia de la DEA, no disminuyó el narcotráfico, pero sí aumentó el espionaje llamado de baja intensidad. Apoya a ONGs, que luchan por restablecer supuestos derechos humanos confiscados, la libertad de expresión, etc.; protege acciones encubiertas de atentados y muerte de personajes de la derecha que adversan a los gobiernos, para inculpar a éstos y acusarlos de gobiernos canallas o dictaduras criminales.
Dos condiciones evidentes, tienen los pueblos con amenazas de invasiones preventivas; abundantes riquezas naturales, especialmente reservas petroleras y sus políticas ideológicamente opuestas al imperio, que en reiteradas oportunidades, ha declarado “el que no está con migo, está contra mí”. Los pretextos de EEUU para intervenir en otras naciones son infinitos, desde algunos aparentemente legítimos, como proteger sus embajadas e intereses norteamericanos; establecer convenios bilaterales para asesorías tecnológicas y militares, o combatir el narcotráfico. En Sudamérica, está demostrado que la presencia de la DEA, no disminuyó el narcotráfico, pero sí aumentó el espionaje llamado de baja intensidad. Apoya a ONGs, que luchan por restablecer supuestos derechos humanos confiscados, la libertad de expresión, etc.; protege acciones encubiertas de atentados y muerte de personajes de la derecha que adversan a los gobiernos, para inculpar a éstos y acusarlos de gobiernos canallas o dictaduras criminales.
Pero están “pillaos” aún está en nuestra memoria, el “chorro” de dólares que se les pagó a los camioneros chilenos, en 1973, para que no circularan durante 47 días y producir el mortal desabastecimiento de alimentos y el descontento desestabilizador contra el gobierno del compañero presidente Allende. Es un guión que repiten y aplican permanentemente la NED, USAID, DIA, IRI, AEI, Freedom House, CANVAS y el Department of State, por ejemplo en Venezuela, lo hacen como algo natural, pagos en dólares a periodistas, intelectuales y dirigentes políticos opositores al Gobierno de la Revolución Bolivariana y propiciar golpes, como aquel de Abril del 2002 que llamaron “Vacío de poder y preñado de buenas intenciones.”
Los políticos e instituciones de las fuerzas armadas norteamericanas en el poder, tienen una idea fija “entre ceja y mira telescópica”: que los muertos no se oponen. Han asesinado a sus propios presidentes y líderes: Lincoln, Kennedy y Martin Luther King. En Latinoamérica, desde los inicios de las intervenciones en 1823, fueron asesinados entre otros: Sandino, Ernesto Guevara, Salvador Allende, Víctor Jara, Miguel Enríquez, Gaitán, Torrijos, Bishop. En el respeto a la otredad, sin pronunciarme sobre sus acciones políticas internas, cuanto haya de mentiras, medias verdades sobre ellas y lo que se descubra en el futuro, el caso de Hussein, con un juicio falso y parcial, y la mentira más ignominiosa, de la“existencia de armas de destrucción masiva” en Irak; sobre ella EEUU montó su circo imperial, tomándola como pretexto para invadir militarmente, bombardeando su territorio, con los ya sabidos “daños colaterales” y ahorcarlo difundiendo imágenes de su muerte. Destruir y robar joyas del patrimonio cultural y artístico, que pertenecía a la humanidad. La historia se repite recientemente, los asesinatos de los capturados vivos Gaddafi y su hijo Mutassim, sin ser humanamente protegidos, ni legalmente enjuiciados y un número desconocido de seguidores. Estos son los linchamientos del Circo Imperial Norteamericano, que ha usando la OTAN, como su brazo armado, el silencio cómplices, estuvo a cargo de poderosas naciones, históricamente aliadas a Libia.
EL “reality show” estuvo a cargo de la dictadura de los medios en poder de las transnacionales de la desinformación, confirmando altos, “raitings” y jugosas ganancias. En CNN en español y sus repetidoras globales, las pantallas se llenaron de sangre, ofendiendo las miradas inocentes de nuestros hijos; en nombre de la paz, se sugiere aceptar como justo el asesinato de Gaddafi. En este circo imperial y su reciente estreno, en Libia se muestra su cadáver congelado, se fotografía y difunde su cuerpo sangrante como el del Che. La Secretaria de Estado Clinton, después de regresar de su gira por los países aliados en medio oriente, se muestra en la TV, sonriente, radiante comentando públicamente con la burlesca exclamación la frase “¡wow! We came, we saw, he died” - “¡Guau ¡Vinimos, vimos, él murió”.
Los políticos e instituciones de las fuerzas armadas norteamericanas en el poder, tienen una idea fija “entre ceja y mira telescópica”: que los muertos no se oponen. Han asesinado a sus propios presidentes y líderes: Lincoln, Kennedy y Martin Luther King. En Latinoamérica, desde los inicios de las intervenciones en 1823, fueron asesinados entre otros: Sandino, Ernesto Guevara, Salvador Allende, Víctor Jara, Miguel Enríquez, Gaitán, Torrijos, Bishop. En el respeto a la otredad, sin pronunciarme sobre sus acciones políticas internas, cuanto haya de mentiras, medias verdades sobre ellas y lo que se descubra en el futuro, el caso de Hussein, con un juicio falso y parcial, y la mentira más ignominiosa, de la“existencia de armas de destrucción masiva” en Irak; sobre ella EEUU montó su circo imperial, tomándola como pretexto para invadir militarmente, bombardeando su territorio, con los ya sabidos “daños colaterales” y ahorcarlo difundiendo imágenes de su muerte. Destruir y robar joyas del patrimonio cultural y artístico, que pertenecía a la humanidad. La historia se repite recientemente, los asesinatos de los capturados vivos Gaddafi y su hijo Mutassim, sin ser humanamente protegidos, ni legalmente enjuiciados y un número desconocido de seguidores. Estos son los linchamientos del Circo Imperial Norteamericano, que ha usando la OTAN, como su brazo armado, el silencio cómplices, estuvo a cargo de poderosas naciones, históricamente aliadas a Libia.
EL “reality show” estuvo a cargo de la dictadura de los medios en poder de las transnacionales de la desinformación, confirmando altos, “raitings” y jugosas ganancias. En CNN en español y sus repetidoras globales, las pantallas se llenaron de sangre, ofendiendo las miradas inocentes de nuestros hijos; en nombre de la paz, se sugiere aceptar como justo el asesinato de Gaddafi. En este circo imperial y su reciente estreno, en Libia se muestra su cadáver congelado, se fotografía y difunde su cuerpo sangrante como el del Che. La Secretaria de Estado Clinton, después de regresar de su gira por los países aliados en medio oriente, se muestra en la TV, sonriente, radiante comentando públicamente con la burlesca exclamación la frase “¡wow! We came, we saw, he died” - “¡Guau ¡Vinimos, vimos, él murió”.
Las cadenas noticiosas pro-americanas y europeas, repiten incesantemente fotografías de los muertos, los militares, paramilitares y contratistas, se soban las manos y acarician sus billeteras. Ponderados comentaristas internacionales, se preguntan, quién viene ahora, y abiertamente hacen un llamado a continuar esta cacería. Cubanos y venezolanos entrevistados desde Miami, expresan en un mal inglés, “appoint Cuba, Irán and Venezuela as the next”
Ha sido tan larga, esta acción imperial, que abarca toda una vida, en ocasiones, pienso en la fantasía de la “máquina del tiempo”, naturalmente rechazo estos tiempos en que el ser humano vive amenazado, empobrecido por un capitalismo salvaje depredador. Recorro mis gavetas llenas de papeles y dibujos antiimperialistas, sobresale un texto, de hace treinta y dos años, en algunos párrafos leo: “Después de muchos años frente a la televisión, al parecer ha quedado claro quiénes son los buenos y los malos en esta lucha, -que no es algo pasado como algunos pretenden- sino un presente doloroso sucio y enconado” “…los Boinas Verdes, la CIA, el ratón Miguelito y Baby Doc… héroes de nuestra historia contemporánea Americana, son los buenos de hoy, buenos que en nombre de la libertad, la paz y los derechos humanos han declarado la guerra santa a todo ser humano que piense… es decir que no piense como ellos.” Lo escribí para la introducción de una pequeña carpeta con 12 dibujos, que llamé Los Muertos No Se Oponen, Homenaje al pensamiento vivo de los caídos en la lucha revolucionaria de Latinoamérica. La verdad por los vientos de cambios que soplan hoy en nuestras tierras, el pensamiento de los caídos, sigue vivo recorre Latinoamérica y alienta nuestras luchas de resistencia antiimperialista.
Mientras nuestros pueblos dependientes en lo económico en Latinoamérica, gritan por su liberación nacional, simultáneamente organizan ruedas de negocios con las empresas nacionales y transnacionales, haciéndoles llamados desesperados y suplicantes, para que inviertan en sus programas de desarrollo. Es allí donde es necesario recordarles, que en el sangriento golpe militar chileno se realizó la llamada “Conspiración del imperialismo del Dólar”, que facilitó y financió el golpe militar chileno, contando con innumerables empresas entre otras: Anaconda, Kennecott, ITT, General Electric, General Motors, Movil Oil Corporation, Phillips Petroleum, Ford Motors Company, Eastman-Kodak, Exxon, RCA, NBC, Chase Manhattan, y muchas más de Alemania y otros países. Me pregunto, ¿se podrá construir el socialismo, mientras se fortalece de este modo, las estructuras capitalistas empresariales?, creo que no.
Mientras escribo, mi memoria, se llena de cenizas, maderos humeantes, libros calcinados, fotos de familiares desaparecidos y en un desolado escenario, el Palacio de la Moneda de Santiago, como un altar pagano del sacrificio, donde se rompieron nuestros sueños de justicia y libertad y vuelvo a recordar una vez más lo escrito por Walt Whitman, poeta norteamericano, “Fuera los temas de la guerra,/ fuera la guerra misma,/ de aquí veo mi vista que tiembla./ No volvamos más a mirar estos negros cuerpos mutilados. /El infierno y el rey de sangre, / hecho para tigres sangrientos, / o para lobos de larga lengua, / no está hecho para los hombres razonables”.
Ha sido tan larga, esta acción imperial, que abarca toda una vida, en ocasiones, pienso en la fantasía de la “máquina del tiempo”, naturalmente rechazo estos tiempos en que el ser humano vive amenazado, empobrecido por un capitalismo salvaje depredador. Recorro mis gavetas llenas de papeles y dibujos antiimperialistas, sobresale un texto, de hace treinta y dos años, en algunos párrafos leo: “Después de muchos años frente a la televisión, al parecer ha quedado claro quiénes son los buenos y los malos en esta lucha, -que no es algo pasado como algunos pretenden- sino un presente doloroso sucio y enconado” “…los Boinas Verdes, la CIA, el ratón Miguelito y Baby Doc… héroes de nuestra historia contemporánea Americana, son los buenos de hoy, buenos que en nombre de la libertad, la paz y los derechos humanos han declarado la guerra santa a todo ser humano que piense… es decir que no piense como ellos.” Lo escribí para la introducción de una pequeña carpeta con 12 dibujos, que llamé Los Muertos No Se Oponen, Homenaje al pensamiento vivo de los caídos en la lucha revolucionaria de Latinoamérica. La verdad por los vientos de cambios que soplan hoy en nuestras tierras, el pensamiento de los caídos, sigue vivo recorre Latinoamérica y alienta nuestras luchas de resistencia antiimperialista.
Mientras nuestros pueblos dependientes en lo económico en Latinoamérica, gritan por su liberación nacional, simultáneamente organizan ruedas de negocios con las empresas nacionales y transnacionales, haciéndoles llamados desesperados y suplicantes, para que inviertan en sus programas de desarrollo. Es allí donde es necesario recordarles, que en el sangriento golpe militar chileno se realizó la llamada “Conspiración del imperialismo del Dólar”, que facilitó y financió el golpe militar chileno, contando con innumerables empresas entre otras: Anaconda, Kennecott, ITT, General Electric, General Motors, Movil Oil Corporation, Phillips Petroleum, Ford Motors Company, Eastman-Kodak, Exxon, RCA, NBC, Chase Manhattan, y muchas más de Alemania y otros países. Me pregunto, ¿se podrá construir el socialismo, mientras se fortalece de este modo, las estructuras capitalistas empresariales?, creo que no.
Mientras escribo, mi memoria, se llena de cenizas, maderos humeantes, libros calcinados, fotos de familiares desaparecidos y en un desolado escenario, el Palacio de la Moneda de Santiago, como un altar pagano del sacrificio, donde se rompieron nuestros sueños de justicia y libertad y vuelvo a recordar una vez más lo escrito por Walt Whitman, poeta norteamericano, “Fuera los temas de la guerra,/ fuera la guerra misma,/ de aquí veo mi vista que tiembla./ No volvamos más a mirar estos negros cuerpos mutilados. /El infierno y el rey de sangre, / hecho para tigres sangrientos, / o para lobos de larga lengua, / no está hecho para los hombres razonables”.
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