ERNESTO CARMONA* – Si llegaran a arrestar a un periodista en La Habana, Caracas, La Paz, Quito, Managua, Buenos Aires, etcétera, el poder mediático global armaría un gran alboroto, pero la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el Comité de Protección de Periodistas de Nueva York, Reporteros sin Fronteras, los mega diarios latinoamericanos y los grandes medios transnacionales tipo CNN ignoraron o han sido tibios ante el arresto de por lo menos 7 periodistas en el desalojo del movimiento “Ocupemos Wall Street”m en el Parque Zuccotti de Manhattan, ordenado por el multimillonario alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
El edil neoyorquino dijo después que se impidió el acceso a la plaza de Wall Street a los periodistas para “prevenir una situación peor y para proteger a los miembros de la prensa”. Así, resulta bastante relativa la sacrosanta “libertad de información” concebida por los dueños de medios y los oscuros poderes financieros, industrial-militares y mediáticos que dominan EEUU. El alcalde Bloomberg se metió olímpicamente al bolsillo la Primera Enmienda de la Constitución, el cacareado “pilar de la democracia” que garantiza “la libertad de expresión y de información”.
Los primeros detenidos fueron la periodista independiente Julie Walker, según el diario New York Daily, y el reportero del Daily News Matthew Lysiak. Jared Malsin, reportero de The Local, página informativa de la comunidad East Village, fue arrestado aun cuando portaba una credencial otorgada por la Dependencia de Acreditación y Enlace con los Medios de Información de Naciones Unidas.
La reportera Karen Matthews y el fotógrafo Seth Wenig, periodistas de la agencia Associated Press (AP) fueron arrestados a un kilómetro del parque Zuccotti. Patrck Hedlund, editor de noticias de la página DNAinfo y el fotógrafo Paul Lomax también fueron apresados, a pesar de exhibir la credencial que les entregó la mismísima policía de Nueva York para no tener problemas en la cobertura de las manifestaciones.
El 15 de noviembre la agencia Associated Press informó: “Periodistas que cubrían el martes el operativo policíaco en el campamento del movimiento Ocupemos Wall Street en Nueva York fueron mantenidos a distancia del lugar y varios de ellos fueron arrestados, esposados y subidos en autobuses de la policía junto con cientos de manifestantes. Por lo menos media docena de periodistas estaban entre los que fueron arrestados en y alrededor del Parque Zuccotti, y en otros sitios de protesta, en el centro de Manhattan, de acuerdo con manifestantes y otros periodistas que fotografiaron y filmaron a sus colegas mientras eran tomados bajo custodia.
“La reportera Karen Matthews y el fotógrafo Seth Wenig de The Associated Press fueron detenidos junto con otras ocho personas luego de que siguieron a manifestantes a través de un hueco en una valla para entrar en un parque, de acuerdo con un reportero de la AP y otros testigos. Matthew Lysiak, del Daily News de Nueva York, también fue arrestado en el parque, de acuerdo con testigos y el Daily News.
“Julie Walker, una periodista independiente de radio, dijo a la AP que fue arrestada bajo cargos de alterar el orden público cuando caminaba varias cuadras al norte del Parque Zuccotti después de cubrir el operativo que expulsó a los manifestantes de la que ha sido su sede de protesta desde hace dos meses. Afirmó que un policía la tomó del brazo en dos ocasiones y que la arrestó después que preguntó el nombre y número de placa del oficial. ‘Les dije que era reportera’, dijo Walker, quien trabajaba para la Radio Pública Nacional. Tenía mi grabadora encendida antes de que me la arrebatara de la mano’.
“Pero los periodistas dijeron que la gran cantidad de arrestos era inusual aún en los eventos de prensa más caóticos. Un funcionario local dijo que el comportamiento de la policía era perturbador y pidió una investigación. ‘Los corresponsales de prensa estadounidenses en el extranjero suelen exponerse al peligro para hacer su trabajo, en algunas de las dictaduras más opresivas del mundo. Y sus colegas de Nueva York merecen la libertad de hacer la misma elección’, dijo Scott Stringer, presidente del distrito de Manhattan. ‘El parque Zuccotti no es la Plaza de Tiananmen’”.
Mientras un centenar de personas fueron detenidas durante la incursión ordenada por Bloomberg contra el primer campamento de “indignados” en EEUU, la represión ya se había extendido con más arrestos a otras ciudades: por ejemplo, los ataques a los campamentos de Oakland en California; Salt Lake City en UTA; Portland, Oregón; Denver, Colorado; y San Luis, Missouri. Según las páginas web www.OccupyWallst.org y www.OccuppyTogether.org, el movimiento “occupy” se ha extendido a cientos de ciudades de EEUU.
Lo que ocurre en EEUU bajo Barack Obama no tiene nada que envidiarle a las manifestaciones estudiantiles en Chile bajo Sebastián Piñera. La brutalidad del Departamento de Policía de Nueva York, que depende directamente de Bloomberg, se parece demasiado a la de los “pacos”, los Carabineros del país sureño. La represión es tan global como la protesta popular contra esta fase decadente que augura el fin de la dominación global del capitalismo financiero simbolizado por Wall Street. El rechazo global frontal al neoliberalismo está emparentado con la “primavera árabe” y la decisión de luchar de los jóvenes de todo el mundo, pero no es una simple lucha por “la democracia” –menos como la entienden EEUU y los demás países ricos de la OTAN–, sino de una lucha contra el desigual reparto del ingreso y por el derecho al trabajo, la educación y, en última instancia, la vida misma. Lo más notable es que esta “primavera” está llegando a casa en el otoño de un sistema en decadencia, desde los países pobres exhibidos como “modelos” de “libertad económica” –caso de Chile y Colombia–a los mismísimos países ricos hegemónicos, como EEUU, Reino Unido, España y otros.
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, secretario ecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
Si llegaran a arrestar a un periodista en La Habana, Caracas, La Paz, Quito, Managua, Buenos Aires, etcétera, el poder mediático global armaría un gran alboroto, pero la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), el Comité de Protección de Periodistas de Nueva York, Reporteros sin Fronteras, los mega diarios latinoamericanos y los grandes medios transnacionales tipo CNN ignoraron o han sido tibios ante el arresto de por lo menos 7 periodistas en el desalojo del movimiento “Ocupemos Wall Street”m en el Parque Zuccotti de Manhattan, ordenado por el multimillonario alcalde de Nueva York Michael Bloomberg.
El edil neoyorquino dijo después que se impidió el acceso a la plaza de Wall Street a los periodistas para “prevenir una situación peor y para proteger a los miembros de la prensa”. Así, resulta bastante relativa la sacrosanta “libertad de información” concebida por los dueños de medios y los oscuros poderes financieros, industrial-militares y mediáticos que dominan EEUU. El alcalde Bloomberg se metió olímpicamente al bolsillo la Primera Enmienda de la Constitución, el cacareado “pilar de la democracia” que garantiza “la libertad de expresión y de información”.
Los primeros detenidos fueron la periodista independiente Julie Walker, según el diario New York Daily, y el reportero del Daily News Matthew Lysiak. Jared Malsin, reportero de The Local, página informativa de la comunidad East Village, fue arrestado aun cuando portaba una credencial otorgada por la Dependencia de Acreditación y Enlace con los Medios de Información de Naciones Unidas.
La reportera Karen Matthews y el fotógrafo Seth Wenig, periodistas de la agencia Associated Press (AP) fueron arrestados a un kilómetro del parque Zuccotti. Patrck Hedlund, editor de noticias de la página DNAinfo y el fotógrafo Paul Lomax también fueron apresados, a pesar de exhibir la credencial que les entregó la mismísima policía de Nueva York para no tener problemas en la cobertura de las manifestaciones.
El 15 de noviembre la agencia Associated Press informó: “Periodistas que cubrían el martes el operativo policíaco en el campamento del movimiento Ocupemos Wall Street en Nueva York fueron mantenidos a distancia del lugar y varios de ellos fueron arrestados, esposados y subidos en autobuses de la policía junto con cientos de manifestantes. Por lo menos media docena de periodistas estaban entre los que fueron arrestados en y alrededor del Parque Zuccotti, y en otros sitios de protesta, en el centro de Manhattan, de acuerdo con manifestantes y otros periodistas que fotografiaron y filmaron a sus colegas mientras eran tomados bajo custodia.
“La reportera Karen Matthews y el fotógrafo Seth Wenig de The Associated Press fueron detenidos junto con otras ocho personas luego de que siguieron a manifestantes a través de un hueco en una valla para entrar en un parque, de acuerdo con un reportero de la AP y otros testigos. Matthew Lysiak, del Daily News de Nueva York, también fue arrestado en el parque, de acuerdo con testigos y el Daily News.
“Julie Walker, una periodista independiente de radio, dijo a la AP que fue arrestada bajo cargos de alterar el orden público cuando caminaba varias cuadras al norte del Parque Zuccotti después de cubrir el operativo que expulsó a los manifestantes de la que ha sido su sede de protesta desde hace dos meses. Afirmó que un policía la tomó del brazo en dos ocasiones y que la arrestó después que preguntó el nombre y número de placa del oficial. ‘Les dije que era reportera’, dijo Walker, quien trabajaba para la Radio Pública Nacional. Tenía mi grabadora encendida antes de que me la arrebatara de la mano’.
“Pero los periodistas dijeron que la gran cantidad de arrestos era inusual aún en los eventos de prensa más caóticos. Un funcionario local dijo que el comportamiento de la policía era perturbador y pidió una investigación. ‘Los corresponsales de prensa estadounidenses en el extranjero suelen exponerse al peligro para hacer su trabajo, en algunas de las dictaduras más opresivas del mundo. Y sus colegas de Nueva York merecen la libertad de hacer la misma elección’, dijo Scott Stringer, presidente del distrito de Manhattan. ‘El parque Zuccotti no es la Plaza de Tiananmen’”.
Mientras un centenar de personas fueron detenidas durante la incursión ordenada por Bloomberg contra el primer campamento de “indignados” en EEUU, la represión ya se había extendido con más arrestos a otras ciudades: por ejemplo, los ataques a los campamentos de Oakland en California; Salt Lake City en UTA; Portland, Oregón; Denver, Colorado; y San Luis, Missouri. Según las páginas web www.OccupyWallst.org y www.OccuppyTogether.org, el movimiento “occupy” se ha extendido a cientos de ciudades de EEUU.
Lo que ocurre en EEUU bajo Barack Obama no tiene nada que envidiarle a las manifestaciones estudiantiles en Chile bajo Sebastián Piñera. La brutalidad del Departamento de Policía de Nueva York, que depende directamente de Bloomberg, se parece demasiado a la de los “pacos”, los Carabineros del país sureño. La represión es tan global como la protesta popular contra esta fase decadente que augura el fin de la dominación global del capitalismo financiero simbolizado por Wall Street. El rechazo global frontal al neoliberalismo está emparentado con la “primavera árabe” y la decisión de luchar de los jóvenes de todo el mundo, pero no es una simple lucha por “la democracia” –menos como la entienden EEUU y los demás países ricos de la OTAN–, sino de una lucha contra el desigual reparto del ingreso y por el derecho al trabajo, la educación y, en última instancia, la vida misma. Lo más notable es que esta “primavera” está llegando a casa en el otoño de un sistema en decadencia, desde los países pobres exhibidos como “modelos” de “libertad económica” –caso de Chile y Colombia–a los mismísimos países ricos hegemónicos, como EEUU, Reino Unido, España y otros.
*) Ernesto Carmona, periodista y escritor chileno, secretario ecutivo de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas (CIAP) de la Federación Latinoamericana de Periodistas (FELAP).
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