La práctica de desmantelar campamentos de indignados en Estados Unidos se extendió hoy hasta San Francisco, donde fueron desalojados manifestantes establecidos en una plaza del centro de esa ciudad.
Reportes de medios locales de prensa revelaron que temprano en la mañana, policías antimotines y miembros del Departamento de Bomberos rodearon el lugar de manera sorpresiva para forzar a los ocupantes a desarmar sus carpas.
En el parque se ubican al menos 200 tiendas de campaña, donde se alojan cientos de personas del Movimiento Ocupemos San Francisco, quienes exigen al gobierno de Estados Unidos poner fin a la desigualdad económica existente en esta nación norteña, indicó la información.
Según declaraciones de algunos de los manifestantes, citadas por la estación radial KCBS, los agentes del orden permitieron a los activistas abandonar la zona con sus pertenencias antes de realizar el allanamiento.
No obstante, el informe constató que algunas tiendas de campaña fueron desmanteladas, aunque no se reportaron heridos, enfrentamientos o arrestos como resultado de la operación.
El allanamiento en San Francisco parece ser uno de los más pacíficos que han tenido lugar en las últimas semanas, cuando algunos registros confirman el uso de la fuerza por los efectivos para llevar a cabo los desalojos dictaminados por alcaldes de varias ciudades.
La víspera, horas después que la policía desarmó un campamento instalado por integrantes de Ocupemos Nueva Orleáns, un juez federal emitió una orden para permitirles regresar a su base, por un término de siete días.
De acuerdo con Bill Quigley, abogado de los manifestantes, la medida policial fue sorpresiva, pues los funcionarios de la ciudad dijeron anteriormente que esperarían el dictamen del tribunal antes de realizar el desalojo.
Mientras, en esta capital, otro punto importante de protestas anti-Wall Street, numerosas personas desarrollan desde ayer una movilización de tres días para ocupar el Capitolio, sede del Congreso.
Bajo el lema Devuelvan el Capitolio, el plan era ocupar 99 oficinas de legisladores para mantener la cifra como insignia del movimiento, que demanda al presidente Barack Obama aprobar medidas a favor del 99 por ciento de la población, afectado por la crisis económica y el sistema financiero imperante.
Representantes de Miami, Chelsea, Arizona, veteranos y latinos fueron algunos de los cientos de activistas que exigieron ver a los senadores por sus estados para pedirles alternativas de empleo y legislar por el bien de la clase trabajadora. |
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