Indignados londinenses encaran desalojo de sede bancaria de UBS

Londres, 8 dic (PL) Los indignados londinenses, ocupantes de una sede del banco suizo UBS en protesta contra la codicia corporativa y los recortes presupuestarios, encaran hoy la posibilidad del desalojo, tras el fallo de una corte británica que respalda la expulsión.   La medida del Tribunal, de no revertirse, dispone la salida del grupo de inconformes, que tomaron el pasado 18 de noviembre un bloque de oficinas vacías de UBS en la capital británica, para crear un denominado "banco de ideas", como parte de una ola de reposesiones públicas en rechazo a entidades bancarias. Este miércoles, el juez Peter Roth se negó a revocar la petición de desalojo, pero otorgó permiso a los ocupantes para proseguir con su reclamación ante el Juzgado de apelaciones, informó el diario The Guardian. En ese sentido, los activistas, integrantes del movimiento "Occupy LSX" (Ocupa la Bolsa de Londres), inspirado en sus pares de Madrid y Wall Street, en rechazo a la voracidad del sistema financiero internacional, anunciaron la interposición de un nuevo recurso legal antes del 14 de diciembre. Durante la semana los indignados dijeron a la Corte que el complejo desaprovechado por UBS ahora ofrece espacio para casi 30 clubes juveniles y otros proyectos sociales, algunos de los cuales poseen financiamiento gubernamental y necesitan locales para seguir funcionando. De acuerdo con voceros de Occupy LSX, más de nueve mil familias fueron expulsadas en los últimos tres meses de sus hogares por la recesión causada por los bancos, mientras UBS y otros gigantes financieros mantienen abandonadas enormes propiedades. Occupy LSX mantiene campamentos de protesta contra el sector bancario y las drásticas reducciones de los fondos públicos, a los pies de la catedral de San Pablo, en pleno centro financiero de la capital británica, y en Finsbury Square, en el norte de Londres. Recientemente el movimiento pasó a la ofensiva con la llamada ola de reposesiones públicas, en la cual se enmarca la ocupación del inmueble de UBS y la incursión la semana pasada a la sede londinense de la compañía minera global Xstrata. oda/jha