La BBC visitó en los EE.UU. algunos campamentos de los sin-techo, cada vez más numerosos, desde que explotó la crisis del 2008. Los datos oficiales señalan que cerca de 47 millones de norteamericanos viven por debajo de la línea de pobreza y esta cifra sigue aumentando.
Actualmente, hay 13 millones de desocupados, tres millones más que los que había cuando Barack Obama asumió la presidencia en el 2008. Algunas estimaciones calculan que cerca de 5 000 personas se han visto obligadas a vivir en carpas en campamentos de los sin-techo, esparcidos en 55 ciudades estadounidenses. El más grande es el Pinella Hope, en la Florida, en la zona más conocida como sede de Disney World.
Una organización católica ofrece algunos servicios a sus habitantes, tales como máquinas lavarropas, computadoras, teléfonos, etc. Muchos campamentos se organizan y mantienen reuniones para distribuirse las tareas comunitarias. Para algunos, con pocas perspectivas de encontrar trabajo, las carpas son viviendas semipermanentes. Muchas de esas personas hasta hace poco tiempo atrás tenían vidas confortables, típicas de la clase media. Ahora duermen sobre almohadas tan mojadas como sus frazadas, en un invierno en el que las temperaturas descienden muchos grados bajo cero. “Todas las noches, a la hora de dormir, entregamos literalmente nuestras cabezas a la humedad”, dijo a la BBC, Alana Gehringer, habitante de un campamento del estado de Michigan.
Este agrupamiento de 20 carpas se formó en un bosque al borde de la ruta, en las afueras del pueblo Ann Arbor. No tienen baños, solo disponen de electricidad en la carpa comunitaria en la que los habitantes se reúnen alrededor de una estufa de leña para espantar al frío. Y a pesar de eso, cada vez hay más personas que viven así. La policía, los hospitales y los albergues públicos les preguntan con frecuencia si pueden mandarles más gente a vivir allí. “Antenoche por ejemplo, recibimos un llamado diciéndonos que había seis personas que no tenían lugar en el albergue. Recibimos alrededor de 9 a 10 llamados de este tipo por noche”, dice Brian Durance, uno de los organizadores del campamento.
La realidad de los refugiados de la Florida y Michigan es similar en varios lugares. El lunes, Obama difundió el plan de aumentarles los impuestos a los ricos: “Queremos que todo tengan oportunidades justas”. El presidente estadounidense mencionó a los que “luchan por entrar en la clase media”. En Pinella Hope, en Arbor y en otras decenas de lugares del país, además de los que quieren entrar en la clase media están los que fueron expulsados de ella por la crisis y quieren volver.
(Tomado de Rebelión)
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