Occupy Wall Street surgió el 17 de septiembre en Nueva York. Los indignados estadounidenses protestaban contra la "avaricia" del sistema financiero. Otras ciudades de Estados Unidos se sumaron rápidamente a la protesta. A pesar del carácter pacífico, los servicios antiterroristas de Estados Unidos pusieron sus ojos en este movimiento desde el primer momento y empezaron a recopilar información con la intención de controlar cada uno de sus pasos.
Así lo demuestra un documento interno del Departamento de Seguridad Nacional (DHS en sus siglas en inglés) titulado Cobertura Especial: Occupy Wall Street (PDF en inglés) que Wikileaks ha rescatado de entre los millones correos electrónicos de la empresa privada de espionaje Stratfor. Fred Burton, vicepresidente de la llamada "CIA en la sombra", envió con fecha 25 de octubre un correo interno a varios de sus subordinados que contenía dicho informe. Son cinco páginas en las que se hace un seguimiento y una valoración del "impacto" de Occupy Wall Street en la vida pública del país, dado que según los analistas ds Stratfor "el poder e influencia de Occupy Wall Street es innegable".
El informe no es favorable al movimiento. Aunque reconoce "la naturaleza pacífica" de la protesta, el DHS, que dirige entre otras la lucha antiterrorista, señala que tiene "un carácter potencialmente violento" que puede acabar representando "un reto significativo para la aplicación de la ley". El DHS se muestra preocupado por el impacto que Occupy Wall Street pueda tener en la seguridad de infraestructuras vitales para el país y por "los efectos perturbadores en el transporte, los servicios comerciales, financieros y del Gobierno, especialmente por tener lugar en las principales ciudades".
En uno de los párrafos del informe se puede leer: "El creciente apoyo, sobre todo de grupos como Anonymous, aumenta el riesgo de incidentes y de ataques. La continua expansión de estas protestas también impone una carga cada vez mayor sobre la policía y de los propios organizadores del movimiento para el control de los manifestantes. Como objetivo principal de las manifestaciones, el sector financiero es el más afectado".
Los correos entre los analistas de Stratfor demuestran que también los mandos policiales estaban preocupados y querían intervenir cuanto antes. "Muchos oficiales de Policía dicen que ya es hora de controlar la situación", se puede leer en uno de ellos.
Lo más llamativo es, sin embargo, los recursos que utilizan Stratfor y la DHS para controlar y lograr información de Occupy Wall Street. En muchos caso recurren a medios de comunicación tradicionales. Otra fuente de información fue Twitter. Los analistas de Stratfor, por ejemplo, citan una declaraciones del conocido cineasta Michael Moore para demostrar que Occupy Wall Street tenía entre sus objetivos el sistema financiero.
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