Mediante este acuerdo, las autoridades dominicanas conceden a las agencias norteamericanas penetrar al espacio aéreo y marítimo para perseguir embarcaciones y aeronaves sospechosas de narcotráfico
Datos obtenidos por Acento.com.do en fuentes oficiales indican que naves marítimas, unidades aéreas y una plataforma de radares móviles de las citadas entidades del gobierno de EEUU mantienen controlado el litoral dominicano, bajo el argumento de impedir cualquier intento del narcotráfico de movilizar a través del Caribe cualquier cantidad de droga que se encuentre en territorio de República Dominicana.
“Las operaciones de las autoridades norteamericanas en los espacios marítimo y aéreo nacionales están autorizadas mediante un convenio de cooperación firmado entre el gobierno dominicano y el de Estados Unidos, en 1995 y puesto en vigencia 2003”, explicó la fuente.
Agregó que, mediante este acuerdo, las autoridades dominicanas conceden a las agencias norteamericanas penetrar al espacio aéreo y marítimo para perseguir embarcaciones y aeronaves sospechosas de narcotráfico.
No obstante, los agentes de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD) y de otras instituciones militares y policiales dominicanas no disfrutan del mismo privilegio con respecto a los mares y el territorio de los Estados Unidos.
El Departamento de Estados de los Estados Unidos, ubica a la República Dominicana como país receptor de la droga en tránsito hacia Puerto Rico y Norteamérica.
Los agentes de la DEA y la Guardia Costera agrupados en el equipo especializado mantienen una vigilancia de todo el litoral Este y Sur de la República Dominicana.
Según las autoridades dominicanas, gracias a esta vigilancia han sido descubiertas y confiscadas más dos toneladas de cocaína, en las últimas dos semanas.
La semana pasada el comando élite, denominado 'Fast', dirigió y ejecutó la incautación de 767. 30 kilos de cocaína en la costa Este, y el decomiso de 1,00 paquetes de la misma droga en el litoral Sur, próximo a la provincia Peravia.
Ambos operativos tuvieron lugar en aguas nacionales.
En estas operaciones se utilizaron helicópteros con visores nocturnos y armamento bélico, que fueron articulados contra ocupantes de dos embarcaciones intervenidas el pasado martes, 3 de julio, donde resultó muerto un presunto narcotraficante en río Soco, en la provincia San Pedro de Macorís.
“La DEA tenía la intención de operar su cuerpo élite desde una base militares que sería instalada en la Isla Saona, en la región Este del país, pero el proyecto aún no ha sido aprobado por el gobierno dominicano, ya que ha encontrado resistencia entre sectores de la población”, dijo la fuente.
Las Fuerzas Armadas cuentan con una flotilla de aviones Súper Tucano y una plataforma de radares militares.
Estos costosos equipos fueron adquiridos para reforzar la lucha contra el narcotráfico. Sin embargo, las más importantes operaciones han sido ejecutadas con logística facilitada por las autoridades de EE.UU, tanto del territorio continental como de Puerto Rico.
La RD firmó el 23 de mayo de 1995 un convenio de cooperación con EE.UU para represión y persecución del narcotráfico en territorio dominicano. Este acuerdo no fue oficializado sino hasta 2003, durante los gobiernos de George W. Bush (EE.UU) e Hipólito Mejía (RD), cuando ambas autoridades firmaron el protocolo del acuerdo en Washington.
El convenio permite a las agencias federales estadounidenses incursionar en el espacio aéreo y marítimo de la RD para perseguir los sospechosos de ser narcotraficantes. También le da aval a EEUU para, previa autorización del gobierno local, intervenir naves sospechosas de trasportar drogas.
Estas operaciones sólo podrán realizarse, conforme a lo estipulado en el convenio, bajo las siguientes condiciones:
“Por autorización de un observador dominicano.
“Por huida a aguas dominicanas de una nave o aeronave sospechosa encontrada en alta mar limítrofe, y perseguida a dichas aguas dominicanas por una nave de los EE.UU. en la cual no haya embarcado un observador dominicano, en cuyo caso toda nave sospechosa podrá abordarse y registrarse y, de justificarlo las pruebas detenerse mientras llegan las instrucciones dispositivas de las autoridades dominicanas".
“A falta de un observador dominicano que esté en disposición de embarcar en una nave de los Estados Unidos, la nave de Estados Unidos podrá entrar en aguas dominicanas a fin de investigar cualquier aeronave sospechosa, o abordarla y registrarla mientras no sea de pabellón dominicano y de justificar las pruebas, detener dicha nave mientras llegan las instrucciones dispositivas de las autoridades dominicanas”.
“No se ha podido establecer cada una de estas operaciones, que por lo regular se llevan a cabo en horas de la madrugada, se someten a las normas establecidas en el protocolo del convenio firmado entre ambas naciones”.
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