por Frank Jordans
En un mitin del partido de ultraderecha más grande de Alemania, los cabeza rapada alzan los puños en medio de cantos nacionalistas, portan camisetas con consignas provocadoras y ocultan sus tatuajes neonazis ilegales debido a que la policía está al acecho.
En un mitin del partido de ultraderecha más grande de Alemania, los cabezas rapadas alzan los puños en medio de cantos nacionalistas, portan camisetas con consignas provocadoras y ocultan sus tatuajes neonazis ilegales debido a que la policía está al acecho.
Sin embargo, el líder de la agrupación insiste en que está llevando su Partido Nacional Democrático por el camino de las principales corrientes políticas, donde sus integrantes serían bien visibles.
"Mi objetivo es hacer del PND un partido basado firmemente en el presente que mire hacia el futuro", dijo Holger Apfel en una entrevista con The Associated Press durante el evento. Y rompió un tabú de la extrema derecha al reconocer que el historial de la Alemania nazi durante la Segunda Guerra Mundial incluyó "crímenes".
Apfel tiene razones tácticas para bajar el tono de su mensaje, pues las autoridades sopesan prohibir el partido. Sin embargo, el intento de apelar al centro del espectro político ha provocado ira en el pequeño pero arraigado movimiento de ultraderecha del país, en el que muchos se niegan a reconocer que Alemania bajo el nazismo — o nacionalsocialismo — fue responsable de la masacre de seis millones de judíos.
Algunos miembros del PND se han retirado del partido y otros amenazan con hacerlo.
A pesar de sus palabras de cambio, no se necesita mucho tiempo para que Apfel muestre sus propios destellos de xenofobia, que lo llevan a ver una amenaza a la "base biológica" del pueblo alemán.
"Nosotros ... tenemos que asegurarnos de que Alemania vuelva a ser el país de los alemanes", dijo. "Vemos el peligro creciente de que la base biológica de nuestra gente se marchitará debido a que hay una mezcla (interracial) cada vez mayor".
La decisión del gobierno de sopesar una prohibición del PND se produce tras la revelación en noviembre de que una pequeña célula neonazi mató a lo largo de siete años a nueve inmigrantes y una policía. Las autoridades no han podido demostrar que esa célula operaba con el apoyo directo del PND, aunque funcionarios del partido han sido relacionados con los tres miembros principales.
Angela Merkel considera que el PND es "antidemocrático, xenófobo, antisemita y por lo tanto también una amenaza para la Constitución", dijo a periodistas Steffen Seibert, portavoz de la canciller alemana. Sin embargo, un intento previo de declararlo ilegal fue rechazado por el máximo tribunal del país en 2003, y las autoridades estudian el tema con cuidado antes de decidirse a echar a andar una nueva iniciativa al respecto.
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Frank Jordans está en Twitter como http://www.twitter.com/wirereporter
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