miércoles, 5 de diciembre de 2012

Entrevista completa a Tanja Nijmeijer, la guerrillera Alexandra de las FARC


imagen Dick Emanuelsson, ANNCOLimagen Dick Emanuelsson, ANNCOL
“No estamos haciendo la guerra porque queramos la guerra, queremos la paz, pero la paz con justicia social”, dice la guerrillera internacionalista nacida en Holanda y adoptada por el pueblo colombiano insurrecto que contesta en esta entrevista a preguntas fundamentales que internacionalmente surgen

RT presenta la primera entrevista concedida a una cadena televisiva por Tanja Nijmeijer, la guerrillera holandesa de las FARC. Nijmeijer explica su visión del posible camino hacia la paz y los principales objetivos de las FARC en su negociación con el gobierno colombiano.
RT: Bueno Alexandra, muchas gracias por concedernos esta entrevista.
NijmeijerCon mucho gusto.
RT: Con el tiempo muchos líderes revolucionarios han abandonado la idea de la lucha armada y algunos incluso consideran que es un anacronismo. ¿Esta apertura de las FARC al diálogo evidencia esta tendencia?, ¿Ustedes se han desilusionado de sus métodos de lucha?
Nijmeijer: No, yo no creo que se pueda decir de esa forma. Nosotros estamos aquí en La Habana porque nosotros siempre hemos pedido el diálogo, nosotros siempre hemos pedido la paz, pero el gobierno colombiano nunca nos ha permitido participar políticamente, entonces por ese hecho nosotros hemos tomado las armas, no por gusto, no porque a nosotros nos gusten las armas o porque nos guste la guerra. Hemos tomado las armas en una legítima defensa contra el terrorismo de Estado colombiano. A lo largo de la historia siempre se ha demostrado que nosotros queremos el diálogo, queremos la paz, por eso estamos aquí en La Habana. Si el gobierno nos pide diálogo, dialogamos, y si nos piden guerra pues también nos defendemos.
RT: Y en ese sentido ¿cómo ve la realidad latinoamericana hoy en día? ¿Existen las condiciones para otras formas de oposición sin armas?
Nijmeijer: Pues yo diría que en Latinoamérica se está dando un proceso muy interesante, en Venezuela, en Ecuador, hasta en Argentina, en casi todas partes de Latinoamérica, son procesos muy interesantes que a nosotros nos interesan. Nos interesaría hacer política de esa forma, pero lastimosamente hasta el momento en Colombia no se ha podido, vamos a ver si de pronto con este proceso logramos hacer la paz y podamos participar políticamente.
RT: Durante décadas el gobierno colombiano ha tratado de poner fin a este conflicto armado, ¿hay algo que diferencie este nuevo intento aquí en La Habana de los anteriores? ¿Hay algunas razones para el optimismo?
Nijmeije: Nosotros somos muy optimistas, la delegación de la paz de las FARC somos muy optimistas, porque pensamos que en este momento, o sea, en Colombia, siempre se da como un flujo y reflujo ¿no?, del movimiento social, de los movimientos campesinos, obreros, pero pensamos que en este momento ese movimiento se está volviendo muy grande. Se ve en Colombia que el pueblo ya no aguanta más esta guerra y que el mismo pueblo está pidiendo la paz, se ve una guerra de movilización social del pueblo colombiano, que queremos que nos acompañe en este intento de diálogo, y eso es lo que va a pasar. Esa es una diferencia que yo veo muy grande con los anteriores procesos de paz, que hay una movilización de paz grandísima, que se ve todos los días en Colombia, gente que sale a la calle a protestar. La gente como que perdió el miedo al terrorismo de Estado porque no aguanta más. 
Otra cosa que yo veo en este proceso de paz es, digamos, lo que ya hablamos, la situación en Latinoamérica que ha cambiado y eso nos ayuda bastante para entendernos con el gobierno colombiano, el acompañamiento de los cubanos, de Venezuela, de todos los países de Latinoamérica. Eso también es un factor externo importante.
RT: Sin embargo, una gran mayoría de los colombianos considera que los miembros de las FARC tienen que asumir la responsabilidad y recibir castigo por los crímenes que han cometido. ¿Qué cree usted al respecto? 
NijmeijerPues yo pienso que es un poco, se podría decir absurdo, pedir castigo para unas personas que siempre han actuado en legítima defensa. Y lo que ya hablamos antes, o sea, nosotros no estamos haciendo la guerra porque queramos la guerra, nosotros queremos la paz, pero la paz con justicia social y eso es lo que nunca se ha dado en Colombia. Entonces uno no puede decir… si una persona a usted le pega por ejemplo y usted en legítima defensa le pega también, entonces la persona a la que le iban a pegar tiene que recibir castigo por esa defensa. Eso es un ejemplo para mostrar cómo vemos nosotros la guerra en Colombia y la parte que nosotros tenemos en ella, como una defensa. 
RT: Usted es una de las negociadoras en este proceso de paz aquí en la Habana. ¿Qué ambiente se siente en la mesa de las negociaciones? y ¿Es posible que las FARC y el gobierno colombiano encuentren una lengua común? 
NijmeijerYo pienso que el ambiente en la mesa está muy bueno, incluso hay espacio para chistes, hay espacio para risas y hay un diálogo fluido, bueno. Nosotros apenas estamos empezando. Es muy difícil decir hasta dónde va a llegar este proceso, pero tenemos mucho optimismo y pensamos que las dos partes queremos la paz para el pueblo colombiano. Y donde hay voluntad, hay camino, dice un refrán holandés. Y yo pienso que es así, donde hay dos partes que muestran su voluntad de hacer la paz, tiene que poder haber una solución. 
RT: Bueno, imaginamos, vamos a imaginar, que el proceso de paz concluye con éxito y llega la hora de la desmovilización. ¿Qué es lo que harían los miembros de las FARC entonces? 
Nijmeijer: Nosotros somos la organización político-militar, pero en primer lugar somos políticos. O sea, los fusiles para nosotros son unas cosas de hierro, unos fierros, que no son necesarios. Son necesarios en los momentos en que no nos dejan hacer política de otra forma. Pero si nos dejan hacer política de otra forma, pues los botamos y seguimos haciendo la política, como movimiento político, porque es lo que somos. Somos partido comunista alzado en armas. 
RT: Hace unos años usted personalmente estuvo en el centro de la atención mundial, después de la publicación de los diarios que fueron capturados por el ejército. Muchos entendieron que usted estaba criticando en estas notas al régimen que existe en la organización. ¿Podría comentar esto? Y sí es así, ¿cómo puede ser miembro de la organización si no está completamente de acuerdo con las reglas que existen en ella? 
Nijmeijer: Primero de todo tengo que decir que fue una forma muy poco ética de tratar un diario, que es personal, de uno, que pienso tenía que haber entregado a mis papás. Pero bueno, eso aparte, es entre comillas. Las cosas que yo escribía fueron cosas de la vida cotidiana. O sea, por ejemplo, qué persona del mundo que trabaja en una empresa tiene sus días buenos, tiene sus días malos y tiene críticas. Y estas críticas también las expresamos dentro de la organización. Y se solucionan los problemas. Pero claro que para mí en esta época  todavía era más difícil, porque yo, a parte de una adaptación al monte, a la guerrilla, también tenía una adaptación cultural, a la cultura colombiana, todo esto. Y eso no siempre ha sido fácil. Pero yo muchas veces hago esta reflexión. 
Vea, si todo el mundo dice que nosotros somos terroristas o que nosotros atacamos a la población civil, como tantas veces dicen, o que nosotros reclutamos niños forzosamente, ¿por qué eso no aparece en el diario? Esta reflexión nadie la ha hecho. En ningún medio he leído esta reflexión. Entonces, ¿por qué yo no escribo en el diario que "acabo de llegar de una terrible masacre de la población civil y ahorita voy a reclutar a unos niños"? Eso no está en el diario. En el diario está "ay, Dios mío, yo no tengo cigarrillos y el comandante sí". O sea, son cosas que, para mí, cuando yo después volvía a leerlas hasta infantiles son. Pero eran pensamientos que yo tenía y también allí se veía como es todo el proceso de la adaptación, que yo tenía aquí en la guerrilla y en el monte. 
RT: Pero aparte de todos estos pequeños detalles, digamos, teniendo en cuenta su experiencia en las FARC, ¿podría hacer unas críticas al funcionamiento de esta organización hoy en día? 
Nijmeijer: Claro, uno puede hacer sus críticas en los espacios que son. Lo importante para mí, lo que yo he visto en todos estos años que llevo ahorita en las FARC, es que las críticas que hacemos nosotros tarde o temprano son escuchadas y son resueltas. Por ejemplo, notamos que en tal unidad hay mucho machismo por parte de los hombres y también puede haber por parte de las mujeres, entonces vamos a empezar una campaña educativa a largo plazo para que la gente se acople al pensamiento de nosotros. O en tal unidad hay un trato, por ejemplo, de un comandante que no está bien claro qué es lo que está haciendo. Entonces recogemos al comandante, mandamos a otro, le damos educación y le decimos cómo tiene que hacer las cosas. Entonces uno ve que hay problemas. En todas las organizaciones hay problemas y contradicciones. Esto se ve hasta en estados, esto se ve en todas las partes. Hasta en un club del fútbol usted ve contradicciones. La cosa está en cómo se resuelven esas contradicciones. Y yo he visto en las FARC que las contradicciones se resuelven de una forma dialéctica. Una forma que a mí me gusta: se resuelven los problemas. Entonces esto para mí es importante. 
RT: Ya que hablamos del día a día de la organización, ¿no? Durante los últimos años la guerrilla ha perdido a varios de sus líderes, por lo que se ha debilitado. ¿Cómo ve usted hoy al movimiento, cuán numeroso es y cómo está organizado? 
Nijmeijer: Bueno, yo pienso que hoy día, o sea, como ya está hablando del movimiento de flujos y reflujos... siempre hay flujos y reflujos. Unos reflujos para la organización es que el terrorismo del estado y el imperialismo vienen con toda. Por ejemplo, hemos visto en el Plan Colombia, en el Plan Patriotas, donde nos han metido con todo: con bombarderos, con operativos grandísimos. Entonces el movimiento pues está a la defensa, pero yo pienso que hay que ver las cosas a largo plazo, que nosotros hemos empezado con 48 hombres. Si estuviéramos hoy día con 48 hombres, no estaríamos sentados aquí en La Habana. Estamos aquí, porque militarmente un Gobierno no se va a sentar con una parte derrotada a la mesa. Eso no lo hacen. Se sienten con nosotros, porque saben que militarmente no nos han podido derrotar y eso es lo importante. 
RT: Y en la organización, los miembros de las FARC viven según las normas comunistas, como se programaba al inicio, o tal vez algo del capitalismo ha penetrado a las filas? 
Nijmeijer: O sea uno podría decir que nosotros tenemos un reglamento, un estatuto, tenemos una cartilla militar que son normas y reglas para los guerrilleros de las FARC en todos los escalones, desde el comandante Timoleón hasta el guerrillero que ingresó ayer. Entonces esas normas son de obligatorio cumplimiento. Claro que muchas veces se ven infracciones en esas normas, o sea, personas que, por ejemplo, en la guerrilla es muy complicado comprar un mp3, o una radio, porque nos ubican y nos bombardean.
Entonces cuando un guerrillero infringe en la disciplina se trata de educarlo. Puede ser con un castigo, puede ser con escribir unas páginas, haciendo una crítica en la reunión del partido. Nosotros hacemos la reunión del partido cada 8 días. Entonces, se crítica al compañero. O por ejemplo, si algún camarada tiene algún comportamiento que se ve como salido, como no muy bueno, puede ser de machismo o de cosas, como usted dijo, del capitalismo, de querer tener cosas, no pensar en el colectivo, entonces allí se le llama la atención y los otros camaradas lo van criticando y se hace la autocrítica correspondiente y se resuelven los problemas. 
RT: Y el Gobierno colombiano, al igual que el gobierno de EE.UU. siempre ha insistido en que las FARC viven por el narcotráfico, lo que siempre fue negado por la guerrilla. Si no es esta fuente, ¿qué es lo que apoya la lucha revolucionaria? 
Nijmeijer: Nosotros tenemos una ley, que se llama la ley 002. Entonces, según esa ley, como todo colombiano tiene que pagarle impuestos al Estado colombiano para hacerle la guerra al mismo pueblo, entonces nosotros pensamos que cada persona que se gane más de un millón de dólares, tiene que pagar un impuesto revolucionario a la guerrilla. Entonces, nosotros cobramos esos impuestos y las zonas cocaleras, donde solamente hay coca, nosotros les pedimos impuesto revolucionario a los mafiosos, a la gente que gane mucha plata con este negocio. Nosotros no le vamos a pedir un impuesto a un campesino que tiene una hectárea con coca, no. Entonces, ese es el lazo que ellos ven entre la guerrilla y la coca. En otras zonas, donde hay otros negocios, pues se levantan otros impuestos. Pero es una lógica en un país, donde todas las instituciones en todas las partes están impregnadas de narcotráfico, que nosotros cuando levantamos un impuesto, pues ahí también van a estar mafiosos, narcotraficantes que nos tienen que pagar los impuestos. Porque una guerra sin financiación no tiene motor.
RT: Este año las FARC anunciaron el abandono de la práctica de los secuestros. Sin embargo, hay algunos retenidos, ¿Cómo va a ser el futuro de estas personas? ¿Hay algún plan para liberarlos?
Nijmeijer: Hace algún tiempo había una fundación, cuyo nombre no recuerdo, me parece que fue Nuevo Arcoíris, que decía que nosotros teníamos 3.000 retenidos en nuestro poder. Nosotros hicimos un conteo en esa época, eso fue antes de febrero de este año, cuando nosotros dijimos que ya no íbamos a retenerlas por razones económicas. Entonces hicimos un conteo y contamos nueve, en todos los frentes. Entonces sería muy bueno, pienso yo, es como una reflexión mía, que el gobierno hiciera un cese al fuego, que pudiéramos mandar a todos los frentes, por ejemplo, comisiones de la cruz roja o comisiones de derechos humanos a mirar cuáles son los retenidos que tenemos en nuestro poder y van a ver que ya no hay retenidos, o sea, en una guerra de tantos años, es que hay 50.000 desaparecidos del estado. Yo me imagino que una parte de esos 50.000 están supuestamente en poder nuestro. Entonces vamos a ver la verdad, vamos a hacer que la verdad flote.
RT: En distintos medios circula la información de que a las FARC les ayudan, les apoyan los gobiernos socialistas vecinos e incluso albergan a algunos de sus miembros en su territorio. ¿Es verdad que existe este tipo de colaboración?
Nijmeijer: Yo pienso que para nosotros, o sea, de lo que ya hablamos, esos gobiernos son un ejemplo para nosotros, nos dan moral, son muy importantes y, por ejemplo, ahorita en este proceso de paz son una colaboración muy grande, sí, pero como mediadores. Yo pienso que no se puede hablar… nosotros las FARC nunca hemos recibido colaboración en ningún sentido de ningún gobierno, por ejemplo ni de la Unión Soviética cuando existía, ni de Venezuela, ni de Ecuador, nosotros somos un movimiento con un pensamiento propio, pero también con unas ideas propias. Entonces nosotros no tenemos… ellos son estados, nosotros somos un estado pero en formación y ahí no hay relaciones, ellos tienen relaciones económicas y políticas pero con el estado colombiano.
RT: Usted declaró estar orgullosa de ser guerrillera, de ser un miembro de las FARC. ¿Qué es lo que alimenta este orgullo? 
Nijmeijer: Pues el orgullo de ser guerrillera de las FARC es el orgullo de pertenecer a una organización que, a pesar de tanta saña mediática, a pesar de un terrorismo de estado, a pesar de tanto dinero que le han gastado a pelear contra nosotros, nunca nos hemos rendido y siempre seguimos peleando por lo que creemos que es justo y eso a mí me hace sentir muy orgullosa, aparte de todo lo que tenemos, el hecho de ser fariano, tenemos cultura, tenemos libros, tenemos canciones, cientos de canciones, tenemos gente, gente buena, capacitada, mujeres lindas, revolucionarias, por todo eso me siento orgullosa. 
RT: Usted me ha dicho que mejor le llamara Alexandra. ¿Por qué es tan importante para los guerrilleros tener otro nombre? 
Nijmeijer: Porque es el nombre de guerra y entonces cuando uno llega al monte usted se va colocando otro nombre porque en una guerra tiene que haber clandestinidad. Para una guerrilla es muy importante el secreto, la clandestinidad, entonces nosotros no nos conocemos los nombres civiles entre nosotros, precisamente para guardar el secreto, eso yo creo que se ve en todas las guerras 
RT: Es como una norma, ¿no? 
Nijmeijer: Sí, es una norma. Y a mí en los medios todo el tiempo me llaman por mi nombre civil y a mí no me molesta realmente eso, pero yo siempre prefiero mi nombre guerrillero, porque así siempre me han llamado, y eso como que para uno expresa el sentir revolucionario y de guerrillero. 
RT: ¿Qué es lo que obtuvo tras inscribirse a las filas de los guerrilleros que no podía recibir en Europa donde, según muchas personas, tenía el futuro seguro?

Nijmeijer: 
Yo pienso que lo más importante para mí es estar dentro de las filas guerrilleras, digamos el hecho de recibir el reconocimiento de los mismos guerrilleros por la solidaridad internacional. O sea, muchas veces yo llego a cualquier parte, estoy haciendo cualquier tarea y me llega alguno a decir: “Me siento orgulloso de que usted esté aquí, me siento bien que nosotros sentimos que no estamos solos en esta lucha, con todo lo que dicen los medios, con toda la mala propaganda que nos hacen y usted ha venido acá a apoyarnos”. Y eso para mí es muy importante, eso no lo hubiera recibido yo en Holanda. 
RT: ¿Y nunca se ha arrepentido jamás pensando, como muchas mujeres jóvenes: tal vez me asiento, formo una familia, tengo hijos?
Nijmeijer: No, nunca. O sea, yo sí me he arrepentido muchas veces cuando pensaba que no podía más en las marchas, yo decía “yo no voy a poder, no puedo, no puedo”. Pero cada vez, o sea, llegaba de la marcha y otra vez contenta de que yo si pude. Son barreras que uno ve y que uno va sobrepasando, cada vez más, cada vez más alto. Pero de estar arrepentida porque me gustaría tener una familia no, yo no anhelo esa vida.
RT: ¿Y no extraña nada de su vida anterior, la familia, algunas cosas de las que estaba acostumbrada?
Nijmeijer: Mi familia, claro. Yo creo que cualquier guerrillero que está en este momento en el monte extraña siempre a su familia. Claro que las FARC es como la segunda familia de uno, ¿no?, una familia con quien usted vive cosas mucho más intensas y muy diferentes de las que vive con una familia normal, pero siempre ahí en la cabeza queda, digamos el retrato de la familia de uno, y es una gran alegría cuando usted tiene la posibilidad de verlos, de llamarlos, pero es un sacrificio que todos somos conscientes que tenemos que hacer, porque si no, no hacemos nada.
RT: ¿Y cómo ve su futuro? ¿Se ve dentro de la política colombiana por ejemplo?
Nijmeijer: Yo veo mi futuro dentro de las FARC en pie y empleándome en lo que sea necesario, lo que necesite la organización, si necesitan una profesora, pues seré profesora y si necesitan una política pues ahí estoy también, a la orden.
RT: De todas formas las FARC protagonizan el conflicto armado que dura muchas décadas y se ha cobrado miles de vidas. ¿Usted asume esta responsabilidad? ¿Hay algo por lo que pediría perdón?
Nijmeijer: A mí no me gustaría pedir perdón, me gustaría pedir justicia social, eso nada más. 
RT: Muchas gracias Tanja por la entrevista.

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