miércoles, 19 de diciembre de 2012

La oposición egipcia mantiene las protestas


El Frente de Salvación Nacional (FSN) egipcio mantiene sus protestas contra el proyecto de Constitución y suma acusaciones de ilegalidades en el referendo del sábado pasado, mientras la Asamblea Constituyente convoca al diálogo.
Grupos opositores laicos y de izquierda permanecen en la Plaza Tahrir de El Cairo, convertida desde hace casi un mes en un campamento de casas de campaña y manifestantes que rechazan lo que llaman “la Constitución de Mursi”.
Una vez más, al igual que durante las dos últimas semanas, el presidente Mohamed Mursi, tuvo que escuchar las consignas contra el proyecto constitucional que califica de “imprescindible” para estabilizar el país.
Pero sus detractores piensan de otra forma e insisten en la anulación del texto, que consideran lesivo para los intereses de las mujeres, los niños y las minorías, y en la convocatoria a una nueva Asamblea Constituyente que elabore un documento por consenso.
Los miembros del FSN, que agrupa a una amplia gama de sensibilidades ideológicas, desde liberales, hasta socialistas, pasando por nasseristas y entidades cristianas coptas, además de sindicatos, consideran que están en una batalla decisiva para evitar la islamización de Egipto.
El dilema es tan absoluto que las posibilidades de conciliación son mínimas, a pesar de lo cual la dirección de la Asamblea Constituyente convocó a los líderes opositores a conversar el viernes para examinar sus razones de queja con la promesa de escoger para las pláticas a un moderador de las filas del FSN.
En el centro de la pugna está la certeza de los laicos de que los islamistas buscan controlar el país e imponer conceptos jurídicos y sociales basados en preceptos confesionales rígidos.
En las últimas horas más jueces se han sumado a la negativa a certificar los resultados de la segunda fase de la consulta, programada para el próximo sábado 22, aunque los partidarios del presidente y de la aprobación del texto llevan las de ganar.
Una protesta de fiscales la víspera obligó a dimitir al recién designado Fiscal General Talaat Abdullah, acusado de seguir órdenes de la Hermandad Musulmana.
Los miembros del FSN se han abstenido de responder al llamado, única luz al final del túnel en que se encuentra Egipto desde hace casi tres semanas y que amenaza con devenir en un estado de inquietud permanente y de desobediencia civil.
Los partidarios de aprobar el texto, que son más numerosos, no se han quedado de brazos cruzados y convocaron para el viernes a una manifestación de apoyo a Morsi en Alejandría, la ciudad mediterránea septentrional escenario de violentos choques en los últimos días.
PL

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