ERNESTO CARMONA / MAPOCHO PRESS - “[El cardenal mexicano Juan] Sandoval nos repitió lo que algunos de nuestros interlocutores en el Vaticano están apuntando como preocupaciones sobre líderes de la izquierda de América Latina -Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner, Michele Bachelet, y tal vez López Obrador en México. El llamó a eso como tendencia peligrosa y nos preguntó si el presidente Bush podía ayudar”, escribió un diplomático estadounidense en el cable del 3 de abril de 2006.
El papado de Benedicto XVI mantuvo desde 2005 contactos con el gobierno de Estados Unidos para analizar situaciones que consideraba preocupantes en América Latina, como la asunción de gobiernos de izquierda y centroizquierda, revelan documentos diplomáticos norteamericanos difundidos por Wikileaks al diario brasileño O Estado de Sao Paulo.
En el foco de las preocupaciones en una región donde la Iglesia Católica concentra el 40% de sus fieles, están Cuba, el presidente venezolano Hugo Chávez y la situación tras el golpe de Estado de Honduras que derrocó al presidente Manuel Zelaya.
Un cable diplomático menciona que el caso de Honduras fue citado entre una reunión entre el presidente Barack Obama y el canciller del Vaticano, Tarcisio Bertone, el 10 de julio de 2009.
Cinco días después diplomáticos estadounidenses se reunieron con el cardenal Francisco Forjan, que aclara que para el Vaticano la caída de Zelaya no es un “golpe de Estado” y le pedía a Washington explicar a su público que la crisis se produjo “por acciones anticonstitucionales del gobierno”. El arzobispo de Tegucigalpa, Oscar Rodríguez Maradiaga, es señalado, según el diario de Brasil, como el líder de diseminar esa posición entre la diplomacia estadounidense.
En uno de los pocos cables con nombres de presidentes latinoamericanos, aparece una advertencia de la curia mexicana ante diplomáticos del Departamento de Estado norteamericano -durante el gobierno de George W. Bush- en la embajada de la Santa Sede sobre la situación latinoamericana.
El telegrama del 3 de abril de 2006, dice Wikileaks, indica que la Iglesia Católica pidió al gobierno de Bush hijo acciones en la región latinoamericana. Fue en una reunión en la embajada norteamericana en el Vaticano con el cardenal mexicano Juan Sandoval.
“Sandoval nos repitió lo que algunos de nuestros interlocutores en el Vaticano están apuntando como preocupaciones sobre líderes de la izquierda de América Latina -Fidel Castro, Hugo Chávez, Evo Morales, Néstor Kirchner, Michele Bachelet, y tal vez López Obrador en México. El llamó a eso como tendencia peligrosa y nos preguntó si el presidente Bush podía ayudar”, escribió un diplomático estadounidense en el cable del 3 de abril de 2006.
El presidente Bush, agrega el documento, ya habló del tema con la Nunciatura Apostólica (la embajada vaticana) en Washington.
Otro despacho diplomático estadounidense del 19 de agosto de 2009 revela que un viaje de cardenales y obispos estadounidenses a Cuba en aquel año no fue apenas una visita episcopal. “La meta era presionar al gobierno de La Habana en relación a los prisioneros políticos, un pedido de Washington”, dice O Estado de Sao Paulo.
El telegrama resalta que los obispos contaron al detalle sus reuniones con las autoridades cubanas. En especial fue citada una reunión del obispo de Boston, Sean O Malley, con el presidente de la Asamblea Nacional (parlamento) cubano, Ricardo Alarcón. “Apreciamos que la delegación de religiosos expuso los problemas de los presos políticos”, dice el telegrama.
Otro despacho del 15 de enero de 2010 muestra cómo Estados Unidos veía el accionar del Vaticano frente a Cuba, con una propuesta del sacerdote Nicolás Thevenin, asesor de Bertone. Thevenin llegó una propuesta al gobierno estadounidense -ya en la primera gestión Obama- para reducir el costo de las llamadas telefónicas entre la isla comunista y Estados Unidos, lo que “podría tener un impacto positivo en la promoción de cambios políticos”.
En relación a Venezuela, los estadounidenses indican que el Vaticano los alertaba que se trataba de un “nuevo éxito de Fidel Castro en América Latina, con la diferencia de que Caracas tiene los recursos del petróleo”, de acuerdo a un cable de Wikileaks.
El 1 de febrero de 2007 el entonces embajador estadounidense en Caracas, William Brownfield, y el cardenal Jorge Savino se reunieron en la Nunciatura Apostólica de la capital venezolana para discutir si el viaje de ese año de Joseph Ratzinger a Brasil podía servir para presionar a Chávez. “Chávez no lo invitaría”, dijo en la reunión el representante del Vaticano al descartar una escala en Caracas del Papa.
El embajador cuenta en el telegrama enviado al Departamento de Estado, según lo revelado por Wikileaks, que Estados Unidos y el Vaticano llegaron a analizar la posibilidad de que el avión del Papa que viajaba de Roma a Sao Paulo, en mayo de 2007, podía aterrizar 45 minutos en Caracas para cargar combustible. En ese lapso, el Papa recibiría a obispos y haría una declaración. El plan, finalmente, no se ejecutó.
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