Texto, fotos y vídeos de Maribel Acosta, especial para Cubadebate
Cuando su leyenda se acrecienta, mientras su cuerpo se esparce ya en canto llanero y una mística indescriptible inunda las calles de Caracas y de Venezuela toda, el pueblo de Chávez, con él al frente, protagoniza otra batalla.
-Por el hombre discapacitado: “¡Cómo voy a faltar si mi Presidente me enseñó a leer la constitución!”
-Por la mujer patrullera: “¡Chávez ha sido y es mi amor eterno!”
-Por el joven que no puede contener las lágrimas: “No nos vamos a dejar vencer por los majunches… “
Chávez nunca se ha ido porque nos ha dejado las Fuerzas Armadas del pueblo. Está en cada rostro cuando veo a un policía nacional, cuando vemos a cada niño venezolano con una computadora Canaima en sus manos, cuando vemos en los llanos de Apure las escuelas construidas por este gobierno… está en todas partes…”
-Por la mujer de los cerros: “Ellos más nunca volverán. Nosotros lo juramos, y nos estamos comunicando por radio bemba, radio perole… Hoy te decimos mi Rey, que Nicolás Maduro será el Presidente como tú dijiste. Aquí hay un pueblo, rodilla en tierra cuidando lo que hiciste”.
Caracas continúa funcionando, pero los sucesos de estos días revelan imágenes inéditas para mis ojos: Los rostros de millones con sus gestos de amor sencillo y apasionado, desde la mujer que sigue barriendo las calles con la bandera patria junto a su carrito de trabajo, o la que asoma el rostro triste desde su ventana, en el edificio nuevo recién entregado a los damnificados de los Cerros, o la pareja enamorada en el abrazo solidario, o los miles que suben al metro para ir en su búsqueda y corean como una sola voz los lemas, las consignas y los llamados a la vida, con una disciplina impresionante, como si fueran uno… Y en las horas interminables para acercarse a tu cuerpo, por los tantos que somos; al referirse a ti dicen: Voy a ver a Chávez, o como nos dijo el joven motorista en estos días: “Esperen un poquito mis reinas, que ya está cerca el corazón del pueblo”. Esa es la mística que me asombra y me compromete, con la complicidad de que sigues vivo.
Filmo con mi cámara pequeña cuanto puedo, intento atrapar lo distinto, por los muchos ojos que al mismo tiempo miramos esta extraordinaria vivencia. Se suman hombres y mujeres de América Latina y del mundo. Y entre ellos estás tú al frente, protagonizando una nueva victoria, porque todos somos Chávez.
0 comentarios:
Publicar un comentario