Unicef basó sus datos en más de 400 casos documentados desde 2009 así como en documentos legales, informes de grupos gubernamentales y no gubernamentales y entrevistas a menores palestinos y a responsables y abogados palestinos e israelíes.
Según el reconocido organismo, la mayoría de los detenidos por lanzar piedras sufren violencia física y amenazas durante su interrogatorio, son obligados a confesar y no tienen acceso inmediato a un abogado o a su familia durante el interrogatorio.
Unicef estima que unos 700 palestinos de entre 12 y 17 años, en su mayoría niños, son detenidos, interrogados y arrestados por efectivos de las fuerzas de seguridad israelíes cada año en Cisjordania.
Asimismo, asegura haber identificado algunos “ejemplos de prácticas que equivalen a tratos crueles, inhumanos o degradantes o castigos de acuerdo con la Convención de los Derechos del Niño y la Convención contra la Tortura”, informó la agencia de noticias Europa Press.
Según el informe, el maltrato a los menores palestinos en general comienza con el propio arresto, que a menudo se realiza en medio de la noche por soldados fuertemente armados y sigue durante todo el proceso judicial y la condena.
“El patrón de maltrato incluye (…) la práctica de vendar los ojos a los menores y atar sus manos con cintas de plástico, abusos físicos y verbales durante el traslado al lugar de interrogatorio, incluido el uso de limitaciones dolorosas”, explica Unicef.
“El trato contradictorio con los derechos de los niños sigue durante las comparecencias ante el tribunal, incluido el encadenamiento de menores, la negación de fianza y la imposición de penas de custodia y el traslado de los menores fuera de los territorios palestinos ocupados para cumplir sus penas dentro de Israel”, denuncia el informe.
Y añade que tal práctica “parece ser extendida, sistemática e institucionalizada”.
Telam
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