Han confirmado oficialmente la muerte de un joven, atropellado por un taxi que chocó contra un grupo de manifestantes en Estambul. Algunos testigos cuentan los violentos métodos que emplea la Policía turca.
"El hijo de una amiga mía vio como los policías propinaban patadas a una joven que quedó rezagada del grupo de manifestantes y no tuvo tiempo de huir de los agentes de seguridad. Había unos 20 policías. En la Red hemos visto como en otras ciudades la Policía actuaba igual", cita a una de los testigos de la ciudad Esmirna la agencia Itar-Tass. Según los testigos, los manifestantes tratan de esconderse de la Policía en las casas a las que los residentes les dejan entrar.
"En uno de los vídeos puede verse como los habitantes de una casa, al no tener otro remedio, abren la puerta a la Policía, que lanza gas lacrimógeno al apartamento y dice 'que se ahoguen'".
También comentó que policías vestidos de civil acorralaban a manifestantes en los callejones y los pegaban, y que atacaban en grupos a manifestantes que iban solos. Además lanzaban bombas de gas lacrimógeno a hospitales y casas, no dejaban pasar a las ambulancias ni a los heridos. Y cuando vieron que los ciudadanos estaban grabándolos con sus cámaras desde los balcones, empezaron a irrumpir en las casas.
Días antes el mismo primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que el uso de la fuerza por parte de la Policía había sido excesivo.
"Fue un error que los policías usaran gas pimienta. He ordenado al Ministerio del Interior que lo investigue. Fue desproporcionado", dijo el mandatario.
Por su parte el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado este lunes que el país norteamericano está preocupado por el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía turca, y subrayó el derecho de los manifestantes a las protestas pacíficas.
Más de 1.700 personas han sido detenidas desde que comenzaron los enfrentamientos, se cree que la mayoría de ellas han sido puestas en libertad.
"En uno de los vídeos puede verse como los habitantes de una casa, al no tener otro remedio, abren la puerta a la Policía, que lanza gas lacrimógeno al apartamento y dice 'que se ahoguen'".
También comentó que policías vestidos de civil acorralaban a manifestantes en los callejones y los pegaban, y que atacaban en grupos a manifestantes que iban solos. Además lanzaban bombas de gas lacrimógeno a hospitales y casas, no dejaban pasar a las ambulancias ni a los heridos. Y cuando vieron que los ciudadanos estaban grabándolos con sus cámaras desde los balcones, empezaron a irrumpir en las casas.
Días antes el mismo primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, reconoció que el uso de la fuerza por parte de la Policía había sido excesivo.
"Fue un error que los policías usaran gas pimienta. He ordenado al Ministerio del Interior que lo investigue. Fue desproporcionado", dijo el mandatario.
Por su parte el secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado este lunes que el país norteamericano está preocupado por el excesivo uso de la fuerza por parte de la Policía turca, y subrayó el derecho de los manifestantes a las protestas pacíficas.
Más de 1.700 personas han sido detenidas desde que comenzaron los enfrentamientos, se cree que la mayoría de ellas han sido puestas en libertad.
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