Violencia y arrestos. De esta manera responde la familia gobernante de Arabia Saudí a las demandas del pueblo de más libertad, según ha comentado el príncipe saudí Jalid Bin Farhan Al-Saud que anunció su salida formal de la familia real.
“Sin lugar a dudas, las autoridades saudíes tienen miedo a las revoluciones árabes. Reaccionan frente a ellas de manera tradicional: a través de represalias, violencia y arrestos. La cosa más fácil que pueden hacer es privarles de su salario o despedirles a todos. El régimen gobernante no está guiado por la justicia”, aseveró el príncipe.
“El Ministerio del Interior abre investigaciones, entre comillas, sobre crímenes relacionados con la libertad de expresión. Se falsifican las evidencias, no se permite la asistencia del abogado. Incluso si el tribunal ordena liberar a estos ‘criminales’, el Ministerio del Interior los mantiene encarcelados. Hasta han tenido lugar asesinatos. En lo que se refiere a la oposición externa, la inteligencia encuentra a esta gente en el extranjero. No hay seguridad ni dentro ni fuera del país”, dijo.
“La oposición suele exigir una representación más amplia en el Gobierno, más derechos y más libertades. Pero las autoridades reaccionan con violencia y persecución, en vez de diálogo. Ahora la oposición quiere que este régimen se vaya”, explicó Jalid Bin Farhan Al-Saud.
El príncipe aclaró que “sin lugar a dudas, entre EE.UU. y Arabia Saudí existen estrechos lazos basados en los intereses comunes en Oriente Medio, tienen intereses políticos, económicos y en particular militares en la región”. “Recientemente han lanzado unas reformas, pero estas reformas no se hacen por el deseo de dar más derechos a la gente, la presión está extendida en todo el reinado. No hay libertad de palabra, no hay libertad de expresión, la corrupción abarca todas las esferas”, dijo. “En cuanto a la crítica de Washington, no creo que se haga de una manera abierta”, aseveró el príncipe.
El 29 de julio el príncipe saudí Jalid Bin Farhan Al-Saud abandonó la familia real y se unió a la oposición. Criticó a la familia real por considerar al país su propiedad mientras que silencia todas las voces que dentro y fuera del Gobierno piden cambios y reformas. Afirmó que revelaría sus sufrimientos bajo el reinado de los Al Saud por medio del canal de televisión del Movimiento para la Reforma Islámica en Arabia y pidió a los otros príncipes que rompan su silencio y revelen la verdad “por amor de Dios”.
Arabia Saudita vive un período de masivas protestas prodemocracia. Este lunes las manifestaciones se han extendido en el centro del país. Cientos de opositores del régimen oficialista han salido a las calles de varias ciudades sautidas demandando democracia y libertad para los presos políticos. Los manifestantes exigen respetar los derechos civiles. Además, han expresado su solidaridad con las mujeres encarceladas. El país sigue sumergido en protestas desde febrero de 2011.
Interesante síntoma de la debilidad de la madre de todos los fascismos islamistas. No sé bien si el principito está haciendo oposición o simplemente "opositando" para un ministerio cuando este régimen caiga pero bienvenida sea su sinceridad y coherencia. El día que caiga la casa de Saud yo brindaré con champán, lo prometo.
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