La reciente declaración del actual Jefe de la Policía Nacional-PN lo retrata como un oficial de la línea de los altos oficiales “cirujanos”, tipo Candelier, Guzmán Fermín y Polanco Gómez, aupados sucesivamente por los gobiernos del PRSC, PRD y PLD.
Jefes policiales curtidos en el despotismo, la arbitrariedad, la represión, las torturas y golpizas… Que criminalizan las protestas populares, ordenan disparar con armas de guerra contra manifestantes, discriminan y se ensañan contra los pobres, protegen la alta delincuencia, justifican asesinatos de ciudadanos humildes, condenan por anticipado a sus víctimas acusándolos de vándalos, de delincuentes y terroristas, fabrican expedientes y “cuerpos del delito” para autojustificarse, y promueven a la vez que la propia PN investigue sus tropelías para encubrir a los verdaderos culpables.
Así lo hemos visto actuar ahora en el caso del adolescente asesinado por la PN en Navarrete, de los dos jóvenes de El Ciruelito de Santiago acribillado con armas largas por la PN y en el caso de SFM, inventándose tramas insólitas y atribuyéndole a los grupos populares lo que hizo esa PN criminal.
La manera de hablar y de actuar, acusando de subversión, terrorismo y vandalismo, a los/as protagonistas de paralizaciones y movilizaciones basadas en demandas justas; estigmatizando y penalizando las reacciones de indignación que provocan las embestidas policiales, lo describen como un general de horca y cuchillo, de mentalidad fascistoide, funcional a la dictadura peledeísta, escogido por el presidente Medina para hacer más de lo mismo con otro estilo. La única diferencia con Guzmán Fermín y Gómez Polanco es que es menos torpe y no tan desbocado y descarado.
Nueva vez se confirma la necesidad de disolver ese cuerpo policial-militar, dominado por estructuras podridas.
La necesidad de rescatar la parte de la oficialidad, clases y rasos no contaminada por esa manera de proceder y por la gran corrupción que la acompaña, y de crear una policía civil, respetuosa de los derechos humanos y apegada a normas éticas precisas; todo esto en el marco de un proceso constituyente con participación popular, que posibilite superar esta institucionalidad corrompida y decadente, y este modelo neoliberal con dictadura morada.
Por la Coordinación Central del Movimiento Caamañista-MC:
Narciso Isa Conde, Rafael Féliz y Félix Tejeda
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