De esta manera, el Gobierno libio ha aprobado convertir la ley islámica o ‘sharia’ en la base de toda la legislación y para todas las instituciones del Estado.
“La ley islámica es la fuente de la legislación en Libia”, indicó el Ejecutivo en una declaración tras la votación. “Todas las instituciones tienen que acatar esto”, añadió.
Ahora, un comité especial se encargará de revisar todas las leyes existentes en el país para ver si son conformes con la ‘sharia’.
Esto supone un importante retroceso en cuanto a los derechos de la mujer y el laicismo en la sociedad libia, una decisión del ministerio de Justicia que va destinada a satisfacer las reivindicaciones de los grupos salafistas.
Antes de la guerra imperialista de la OTAN, Libia era un lugar particular en África por el gran nivel de vida de sus habitantes y la libertad de las mujeres.
Estas podían ir libremente donde quisiesen, no se tenían que quedar obligatoriamente cerradas en casa o ir siempre acompañadas por alguien de su familia. No tenían tampoco por qué estar completamente cubiertas. El hecho de que en Libia hombres y mujeres se tapasen a veces la cara o el cuerpo, se debía a una mera y necesaria protección frente al clima y al sol ardiente.
Las mujeres, así mismo, podían ir a la universidad, tener el mismo sueldo que los hombres y, por supuesto, conducir vehículos. Esto no es lo normal en cualquier país árabe, tanto por no tener medios como, especialmente, por serles vetado por motivos religiosos. Esta libertad que existía les permitía decidir con quién querían casarse y con quién no.
Esto tampoco era, ni es, habitual en otros países árabes, donde los matrimonios pactados, normalmente entre personas mayores y niñas, son lo habitual. Jordania, Yemen, Arabia…, la lista es extensa.
Antes del asesinato de Gaddafi y de la instauración de un Gobierno títere afín a los intereses imperialistas, en Libia se defendían los derechos de las mujeres. Con la llegada al poder de extremistas islámicos con fuertes vínculos con Al Qaeda la situación es bastante diferente. Ya en septiembre de 2011 el líder del Consejo Nacional de Transición (organización financiada por Occidente y las monarquías árabes que agrupaba a la oposición libia), Mustafá Abdel Jalil, decía que: “Libia se convertirá en un Estado regido por la ley islámica”.
Estas reformas vienen a reafirmar las denuncias que venían realizando grupos de solidaridad internacionalista y antiimperialista alrededor del mundo, que advirtieron sobre las graves consecuencias que tendría la caída de Gaddafi, tanto en cuestiones relacionadas con la estabilidad en la región como en lo que a Derechos Humanos se refiere.
LibreRed
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