Los agentes no utilizaron las escopetas fabricadas expresamente para lanzar pelotas de goma, sino fusiles de asalto adaptados, con mayor potencia de disparo. Los subsaharianos mantienen que fueron alcanzados por los proyectiles de la Benemérita. La Defensora del Pueblo quiere conocer en detalle “la descripción del material antidisturbios empleado”.
A la polémica sobre la actuación de la Guardia Civil el pasado jueves ante la llegada masiva de inmigrantes a la frontera de Ceuta (murieron al menos 14 subsaharianos) se añade otro ingrediente: emplearon “armas no específicas”. Según se ha podido saber de fuentes internas, la “falta de recursos a la que nos tiene acostumbrados el Ministerio del Interior” obligó a los agentes a intervenir no con escopetas fabricadas expresamente para lanzar pelotas de goma, sino con fusiles de asalto adaptados, con una mayor potencia de disparo y peligrosidad.
En ese sentido, las fuentes consultadas precisan que en lugar de utilizar las “pajaritas” -como se conocen en la jerga policial- que emplean, por ejemplo, unidades de la Policía Nacional y los Mossos d’Esquadra para disuadir manifestaciones violentas, los antidisturbios hicieron uso del fusil CETME con un dispositivo acoplado, realizando un disparo más sonoro y preciso. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, tendrá oportunidad de explicar ésta y otras circunstancias que han rodeado la tragedia de Ceuta en su comparecencia el próximo jueves en el Congreso de los Diputados.
En cambio, la ONG Caminando Fronteras ha denunciado, según testimonios recogidos de los propios afectados, que la Guardia Civil lanzó pelotas de goma contra sus flotadores, rompiéndolos y provocando el aplastamiento y ahogamiento de los que, sin salvavidas, no sabían nadar. Además, la ONG ha relatado que los indocumentados compartían una misma impresión tras el suceso: no han sido las fuerzas policiales marroquíes las más duras al reprimir su intento de llegar a España, sino la Guardia Civil.
El uso de pelotas de goma (de 90 gramos de caucho macizo, algo más de cinco centímetros de diámetro, a una velocidad de salida de 720 kilómetros por hora) es rechazado por la Unión Europea yen la mayoría de los Estados miembros no se utilizan. Por ejemplo, en países como Noruega o Alemania, las fuerzas de seguridad recurren a cañones de agua. En España, un pelotazo en la cabeza lanzado por la Ertzaintza en un partido de la Europa League de 2012 costó la vida a Iñigo Cabacas, aficionado del Athletic. Este método también ha provocado pérdidas de visión a varios activistas en Cataluña.
vozpópuli
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