La policía en Turquía usó gases lacrimógenos para dispersar a miles de personas en Estambul, que protestaban contra una nueva ley nacional que aumenta el control de la internet.
También usó cañones lanzaagua para expulsar a los manifestantes de la plaza Taksim, un punto central para las protestas.
La nueva ley -que entró en vigor esta semana- ortorga a la autoridad de telecomunicaciones turca el poder de bloquear un sitio web si considera que su contenido es ofensivo o inapropiado.
El gobierno argumentó que la legislación tiene el propósito de proteger -no censurar- a los usuarios de internet.
El acceso a la red en Turquía ya es restringido y hay miles de sitios bloqueados.
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