Detenidos, otra vez, los miembros de Ultrasur vinculados a organizaciones neonazis. En esta ocasión con armas de fuego en su posesión.
Cuatro días y a la calle. Tras ser detenidos el martes de la semana pasada por la Guardia Civil e intervenirles ésta tres chalecos antibalas, dos revólveres, dos escopetas, multitud de cartuchos de distintos calibres, un arma eléctrica, un inhibidor de frecuencia, nueve relojes y diversas joyas, los tres miembros de Ultrasur fueron puestos en libertad el mismo sábado 15 de Marzo.
Los detenidos, además de estar acusados de causar lesiones de gravedad en varias peleas, también lo están de robo con violencia e intimidación en Alcorcón y Majadahonda donde según fuentes policiales se habrían disfrazado de policías utilizando placas antiguas para perpetrar los robos a pequeños traficantes de droga, en los que habrían actuado con gran violencia.
Los tres acusados pertenecen al ala más ultraderechista de Ultrasur. Javier Oviedo "El Bombero", apodado así por su trabajo en el Ayuntamiento de la capital, es según fuentes policiales lider de la organización Outlaw (Organización de corte fascista cuyos integrantes provienen de la formación neonazi ilegalizada en 2009 por los tribunales "Hammerskin-España").
El bombero acumula detenciones, las más recientes el 9 de noviembre y el 31 de diciembre, en ellas fue detenido y acusado de causar lesiones graves con arma blanca, en la detención de fin de año se le imputaron delitos de homicidio en grado de tentativa y lesiones tras atacar de forma brutal a varias personas. Sin embargo, tras declarar ante el juez, quedó en libertad con cargos.
Asímismo, Antonio Menéndez "El niño", se encontraba también en busca y captura por los mismos incidentes del 31 de diciembre cuando presuntamente protagonizaron el asalto a un bar de Arganzuela que se saldó con una paliza brutal a varios miembros del Frente Atlético.
La detención, con armas de fuego en posesión de estas personas vinculadas a grupos de extrema derecha, se lleva a cabo en el contexto de la guerra desatada entre varias facciones de Ultrasur por el control de las gradas del Real Madrid, guerra en la que parece que el grupúsculo con una ideología más abiertamente fascista es quien está desplazando al resto.
Los tres neonazis han sido puestos en libertad con diferentes medidas cautelares como la entrega del pasaporte, la prohibición de salir del país o la obligación de acudir regularmente a los juzgados.
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