Se hace cada vez más evidente la necesidad de unidad entre anarquistas y marxistas en la obra de construcción del poder popular. Mucho se ha hecho a lo largo de la historia, sobre todo después de la derrota de la Revolución del 17, para tratar de separar estos dos campos, que a su vez tienen más similitudes que diferencias.
La historia nos enseña que la unidad hacia un ideal común es mucho más eficiente para lograr sus objetivos que la separación. Desde la Comuna de París, la Guerra Civil española, a través de los movimientos autónomos en los años 60, hasta las recientes protestas de junio en Brasil, todos estos acontecimientos son la evidencia de la eficacia y la necesidad de unidad entre marxistas y anarquistas.
Después de la disolución de la Primera Internacional (AIT), el maquillaje oportunismo del marxismo de la Segunda Internacional estaba impregnada de la clase obrera, lo que eventualmente establecer uno de los tres pilares de la encimera, junto al fascismo y el estalinismo. La verdad es que hay mucho más proximidades entre marxistas y anarquistas que entre los marxistas y los socialdemócratas, supuestamente llamados marxistas.
Ambos lucharon por el despertar de la conciencia de clase de la población con respecto a su condición de servidumbre en contra del sistema, ya que se ha configurado. Estamos de acuerdo en que este modelo paternalista no te lleva a ninguna parte, sino más bien un proceso de centralización y de la opresión, como se evidencia en las más distintas falsificaciones del socialismo en el siglo XX en favor de la construcción del capitalismo de Estado.
Nuestro rechazo a este Estado, por ser fundamental para la configuración de un sistema de opresión, nos unen más y más. Debemos centrarnos en los campos donde nuestras acciones pueden tener más efecto: la lucha de los oprimidos. Tenemos que trabajar para construir la fuerza de la base, siempre luchando cooptación fanático y aparelhamentos oportunistas. La lucha debe ser siempre horizontal, como ocurrió en Cataluña.
Es necesario para crear un apoyo de campo común, organización y acción. Esto sólo se produce a través de reflexiones internas sobre la ideología y la libertad. Es necesario que el marxismo alienta carácter autónomo de su origen, ya que también es necesario que el anarquismo reanudar el vector social, que no debería haber perdido.
El proceso será largo y lleno de obstáculos. Las discusiones serán muchos, pero cuando surgen posibilidades de extravío, buscamos campos de aproximación. Los desacuerdos no deben temblar. La militancia popular es guiado sobre cómo lidiar con el sentido común para establecer un campo común. ¿Por qué sería diferente con nosotros mismos? Manos a la obra! Juntos por la unidad entre anarquistas y marxistas!
tomado de http://grogue.com.br/textos-diversos/politicos/uniao-pela-luta-anarquistas-e-marxistas/
Para unir marxismo y anarquismo sólo basta ponerse de acuerdo sobre una cuestión fundamental: la existencia del Estado y su papel en la revolución. Todo lo demás se daría en cascada.
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