martes, 8 de abril de 2014

Coahuila: inauguran refugio para sacerdotes pederastas

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Coahuila.- En una ceremonia privada que fue presidida por el cardenal Juan Sandoval Íñiguez, polémico exarzobispo que fue demandado por sus manifestaciones homofóbicas, el viernes fue bendecida en la Sierra de Arteaga la Casa Emaús, destinada para rehabilitación de sacerdotes “en crisis”.
Como este medio lo documentó y dio seguimiento, en la Sierra de Arteaga, a unos 50 kilómetros de Saltillo, se construyó un centro que será destinado a la rehabilitación espiritual de sacerdotes con problemas psicológicos o sociales, entre ellos pudieran haber quienes son acusados de pederastia.
El proyecto es encabezado por el sacerdote Rodolfo Mora, fundador y director del Programa Emaús, el cual ya se maneja en la ciudad de Monterrey con alrededor de 43 sacerdotes y hasta obispos “rehabilitados” en su fe.
El lugar con capilla de cúpula y dormitorios sobre los cuales existen 12 estatuas con figuras de los apóstoles, recibió el viernes la visita de un “Príncipe de la Iglesia”, en compañía del obispo de Saltillo Raúl Vera López y otros cuatro obispos, quienes bendijeron la Casa, en una ceremonia privada con fieles, seminaristas y sacerdotes.
El invitado especial fue el purpurado mexicano Sandoval Íñiguez, quien fuera también arzobispo de Guadalajara hasta el 2011, cuando presentó su renuncia por cumplir 75 años de edad, sin embargo, conserva su puesto como Cardenal con trabajo administrativo y miembro de la curia del Vaticano.
La Casa Emaús, cuyo proyecto se ha mantenido en total hermetismo por parte de las autoridades religiosas de Coahuila y Nuevo León, pretende recibir sacerdotes en periodo de crisis, incluso podrían llegar religiosos acusados de pederastia, que recibirán atención psicológica, dirección espiritual, atención médica y manutención durante tres a cinco meses.
Hasta el momento se desconoce el monto de la construcción, la proveniencia de los recursos y el equipo que operará la Casa, y sobre todo, el dinero con el que se costeará la manutención del complejo.
Lo anterior contrasta con la transparencia con que se proyectó y publicitó la construcción del nuevo edificio del Seminario Menor de Saltillo.
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