Según algunos expertos la participación activa de EE.UU. en el destino de las niñas secuestradas en Nigeria está dictada por los intereses de Washington en la región africana, en particular, su fin es apoderarse de sus recursos naturales, concluyen.
230 niñas de la escuela de la ciudad de Chibok, en la provincia de Bourne, fueron secuestradas el 14 de abril. Desde entonces, en Nigeria se realizan protestas casi diariamente: la gente exige de su Gobierno acciones decisivas.
Entre tanto, “la hipócrita comunidad internacional inició la propaganda de sus propios presidentes”, señala Liubov Lulkó en un artículo publicado en el portal ‘Pravda.ru’. Varias celebridades y personas famosas occidentales como Michelle Obama, Carla Bruni y Angelina Jolie, entre otras, se unieron a la campaña que tiene como objetivo que las más de 200 escolares nigerianas secuestradas el mes pasado por el grupo terrorista Boko Haram sean liberadas.
“¿Pero dónde estaban ellos cuando morían los niños sirios? ¿No es un preludio para enviar a las tropas estadounidenses al país más rico en hidrocarburos de África?”, pregunta la periodista.
Lágrimas de cocodrilo de Occidente
Al final, EE.UU. y el Reino Unido enviaron a Nigeria a decenas de personas entre diplomáticos, asesores militares y agentes de Policía y de las agencias de inteligencia para rescatar a las rehenes, difunden los medios occidentales. Estos ‘expertos’ negociarán con Boko Haram, una formación islamista que perpetra asesinatos y robos en masa.
“Tener gestos humanitarios, y, digamos, derramar lágrimas de cocodrilo se hace de manera muy selectiva en Occidente. Es una campaña de publicidad muy repugnante que se desarrolla en el fondo de una política global agresiva en todos los continentes. Es difícil imaginar que Obama estire solo una mano a los niños sirios, mientras con la otra da armas a bandidos que constantemente atraviesan la frontera con Siria”, opina Vladímir Anojin, vicepresidente de la Academia Rusa de Problemas Geopolíticos.
“Y Nigeria es algo neutral. ‘Voy a mostrar mi humanidad solo en algún lugar. Allí donde están mis intereses, está mi democracia’. Es la explicación psicológica de todo esto”, añadió el politólogo.
Nigeria, ¿otro Sudán?
La semana pasada el presidente de Nigeria, Goodluck Jonathan, se rindió y aceptó la ayuda por parte de los estadounidenses y los británicos para liberar a las niñas. Esto provocó un acalorado debate en los medios y blogs nigerianos, que dicen que con este gesto el presidente muestra su impotencia total y que así da soberanía a los extranjeros. La gente no ve en las acciones de Washington y Londres una buena voluntad, hace otra lectura: el uso del movimiento Boko Haram para lograr sus objetivos a través del Mando África de las Fuerzas Armadas de EE.UU. (Africom), al que se oponía el predecesor de Jonathan, escribe el periódico ‘Vanguard’.
Sobre los verdaderos intereses de EE.UU. en Nigeria escribe también ‘Global Research’ en el artículo ‘La intervención humanitaria en Nigeria: ¿Boko Haram es otra operación secreta de la CIA?’. Este artículo se basa en las revelaciones de WikiLeaks. Aquí se dice que EE.UU. a través de su embajada en Nigeria realiza subversiones del Gobierno. En particular, lo hace con ayuda del espionaje financiero de los altos funcionarios nigerianos, apoyando y financiando a grupos subversivos e insurgentes, patrocinando a la oposición y con propaganda masiva en contra del Gobierno, a través de chantajes obliga a los altos mandos nigerianos a actuar a favor de los intereses de Washington.
El objetivo final de tal política, concluye el artículo, es eliminar a Nigeria como potencial rival estratégico de EE.UU. en el continente africano, su desmembración en 2015 como se hizo en Sudán con el fin de apoderarse de sus recursos naturales.
‘Global Research’ también analiza el papel especial del Africom, cuyo objetivo es capturar las áreas estratégicas clave de África y ponerlas bajo el control de EE.UU. para bloquear el acceso de China a las instalaciones de energía vital y las reservas minerales de la región. Para ello, escribe el autor, es necesario debilitar a los países africanos fuertes con confrontaciones internas y hacerlos sentir tan vulnerables que busquen la protección de EE.UU. o pidan una intervención internacional. El artículo predice el colapso de Nigeria en dos partes en 2015, al igual que pasó con Sudán. En 2011, Sudán del Sur proclamó su independencia de Sudán tras un referendo.
“Creo que esta lucha (para la redistribución de los mercados de petróleo y gas) necesariamente se dará no solo en Nigeria en particular, sino en todo el continente. No por casualidad los estadounidenses crearon un comando afroamericano hace unos años, y allí (en África) el conflicto de intereses, principalmente se centra entre China, la India y Estados Unidos. Y encima, persiste la inestabilidad interna, por lo que todavía todo está por delante”, pronostica Pável Zolotariev, director adjunto del Instituto de EE.UU. y Canadá de la Academia de Ciencias de Rusia.
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