La embajadora de Estados Unidos en Uruguay, Julissa Reynoso, dijo a Subrayado que fue la seguridad de la Embajada la que planteó una queja ante el Ministerio del Interior porque su teléfono había sido intervenido.
Semanas atrás, amigos de la representante recibieron mensajes de texto un tanto extraños desde su número de celular y le advirtieron a la embajadora. Dos horas después de esa alerta, la Embajada formuló la denuncia correspondiente. No se trató de un planteó diplomático, pero sí de una queja en el Ministerio del Interior, aclaró Reynoso a Subrayado desde Washington donde el gobierno uruguayo cumple una misión oficial.
La embajadora aclaró además que fueron mensajes personales y no temas de gobierno ni nada trascendente. Según señaló, no entrañaba gravedad el tenor de las comunicaciones, sí era preocupante la intervención del teléfono.
Tras una investigación, la Policía de Maldonado detectó que era un recluso de Montevideo el que interceptaba los mensajes que Julissa Reynoso recibía en su celular privado. Según informaron fuentes del Ministerio del Interior a Subrayado, el recluso no estaba en la cárcel de Las Rosas, tal como trascendió, sino en el Penal de Libertad.
Su celda está ubicada en el quinto piso, donde hay inhibidores de celulares, pero el recluso logró pasar todas las barreras de seguridad posibles.
Tras una investigación que permitió identificarlo, fue trasladado de celda. El caso está en manos del Juzgado de Maldonado, donde se abrió la investigación a raíz de la denuncia de otras personas que al igual que Julissa Reynoso denunciaron tener interceptado su celular.
SUBRAYADO
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