Expresar lo que uno opina sobre la crisis en Ucrania puede llevar incluso a un extranjero a verse obligado a huir de Kiev para salvar la vida. Es el caso de un controlador aéreo español que fue amenazado por partidarios del Maidán.
Carlos, que ha hablado con RT bajo la condición de mantener su anonimato, cuenta que recibió amenazas a pesar de que no defiende ningún interés. "Tengo mi opinión y mi punto de vista de una persona normal, con un trabajo independiente, [no vinculada] ni a medios de comunicación, ni a ningún partido político, ni a ninguna asociación".
Contó que lo amenazaron de muerte, con enviarlo a "no sé qué batallón" y sacarlo del país. "Pidieron incluso mi muerte, porque daba un punto de vista muy diferente del suyo", dijo.
No entiendo que una persona cuenta su punto de vista y se ve amenazada
Contó que lo amenazaron de muerte, con enviarlo a "no sé qué batallón" y sacarlo del país. "Pidieron incluso mi muerte, porque daba un punto de vista muy diferente del suyo", dijo.
El controlador, que llevaba 5 años trabajando en Ucrania, relató que un día recibió la visita de los servicios de seguridad de una embajada europea, que le dijeron que tenía que sacar a su familia del país en menos de 24 horas. "Así hice y saqué a mi mujer y mi hija", explicó.
"No he hecho nada malo. He nacido en un país libre y he vivido toda mi vida en la democracia y no entiendo que una persona cuenta su punto de vista y se ve amenazada", concluyó.
Respecto a la situación que afrontan los ucranianos, Carlos dice que ve "imposible" que "el oeste y el este vuelvan a vivir juntos y en paz". "La gente tiene demasiado odio, por lo menos en Kiev", sostiene, y agrega: "No quieren que acabe el conflicto, porque no tienen otra cosa que hacer".
"No he hecho nada malo. He nacido en un país libre y he vivido toda mi vida en la democracia y no entiendo que una persona cuenta su punto de vista y se ve amenazada", concluyó.
Respecto a la situación que afrontan los ucranianos, Carlos dice que ve "imposible" que "el oeste y el este vuelvan a vivir juntos y en paz". "La gente tiene demasiado odio, por lo menos en Kiev", sostiene, y agrega: "No quieren que acabe el conflicto, porque no tienen otra cosa que hacer".
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