Los extremistas que se han apoderado de una gran parte de Siria e Iraq han llamado la atención del mundo con su destreza militar y su ilimitada brutalidad. Pero los servicios de inteligencia occidentales también están preocupados por su extraordinario dominio de las armas aparentemente menos letales: el uso de videos, imágenes terrestres tomadas desde aviones no tripulados y mensajes de Twitter en varios idiomas, afirma hoy The New York Times.
El Estado Islámico en Iraq y el Levante, está utilizando todos los modos contemporáneos de la mensajería para reclutar combatientes, intimidar a los enemigos y promover un Estado musulmán unificado de acuerdo con una interpretación estricta de la ley islámica.
“Si su fanatismo y decapitaciones parecen provenir de un siglo de distancia, el uso de los medios de comunicación viene de ahora mismo”, añade el diario.
Una revisión de su prodigiosa producción en forma impresa y en línea revela una serie de sorpresas. La propaganda del Estado Islámico, por ejemplo, tiene sorprendentemente pocas convocatorias a ataques contra Occidente, a pesar de que su vídeo más notorio, publicado hace 12 días, mostró la decapitación del periodista estadounidense James Foley, amenazó a otro rehén estadounidense, y dijo que los ataques de EEUU al Estado Islámico “se traduciría en el derramamiento de sangre” de los estadounidenses.
Esto se separa de casi toda la producción de contenidos del Estado Islámico, que promueve su primordial objetivo: asegurar y ampliar el estado islámico. Los expertos dicen que eso podría cambiar, pero por ahora se distingue marcadamente de Al Qaeda, que ha hecho de sus ataques contra Occidente su principal prioridad.
Según The New York Times, el ISIS adapta cuidadosamente su tono para el reclutamiento, el enviar mensajes totalmente diferentes a los musulmanes en Occidente y para aquellos más cerca de casa. Al parecer, esto ha sido eficaz. La rebelión en Siria e Iraq ha atraído hasta 2.000 occidentales, incluyendo tal vez 100 estadounidenses, y muchos miles más desde el Medio Oriente y de otras partes, aunque algunos ya han regresado a sus hogares. Los expertos creen que la mayor parte de los que quedan hoy en día están luchando con el Estado Islámico.
El Estado Islámico es una yihad en línea 3.0, asegura el diario. Difunden sus mensajes a través de decenas cuentas de Twitter, y ha publicado algunos discursos en versiones de hasta siete idiomas. Sus vídeos toman prestada la estética de Madison Avenue yHollywood, de los videojuegos de combate y series de televisión por cable, y sus despachos sensacionales se hacen eco y se amplifican en los medios de comunicación social.
Cuando sus cuentas son bloqueadas, otras nuevas aparecen inmediatamente. También utilizan servicios como JustPaste para publicar resúmenes de batalla, SoundCloud para compartir informes de audio, Instagram para socializar imágenes y WhatsApp para difundir gráficos y videos.
“Ellos son muy hábiles para llegar a un público joven,” dijo John G. Horgan, un psicólogo de la Universidad de Massachusetts.
(Lea el reportaje de The New York Times: ISIS Displaying a Deft Command of Varied Media)
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