Aunque se dice que Estados Unidos “nunca imaginó” la posibilidad de un ataque terrorista como el ocurrido el 11 de septiembre de 2001, numerosos funcionarios de gobierno en situación de retiro han denunciado a lo largo de los años que el gobierno estadounidense poseía información suficiente para impedir los atentados.
El coronel Anthony Shaffer, ex oficial de inteligencia militar, intentó informar al gobierno sobre las actividades de varios militantes de Al Qaeda (entre ellos Mohammed Atta, el terrorista sindicado como el principal secuestrador de los aviones que impactaron contra el World Trade Center de Nueva York), durante una operación que llevó el nombre de “Able Danger”.
“Yo nunca tuve la intención de unirme a las filas de los ‘whistle blowers’ (ex funcionarios denunciantes)”, afirma Shaffer. “Cuando hice mis revelaciones a la Comisión del 11-S con respecto a la existencia de una operación anti-terrorista ofensiva, previo al 11-S, que había descubierto a varios terroristas un año completo antes de los ataques, mi intención fue, simplemente, decir la verdad, y hacer valer mi juramento”.
La ex traductora del FBI, Sibel Edmonds, quien tuvo acceso altamente restringido a documentos de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA), reveló en 2004 que el FBI ignoró alertas específicas de que terroristas emplearían aviones comerciales como armamento.
“Debimos haber tenido alertas naranjas o rojas en junio o julio del año 2001. Esa era la cantidad de información que estaba disponible”, dice Edmonds. “Existía información específica sobre el uso de aviones, de que se preparaba un ataque dos o tres meses antes, y que muchos individuos ya se encontraban en el país en mayo de 2001. Debieron haber alertado a la gente sobre la amenaza que enfrentábamos”.
En varias entrevistas a medios de comunicación, Edmonds ha señalado que el gobierno de Estados Unidos, desde el año 1996, mantenía un vínculo de cooperación con células de Al Qaeda, relación que se encontraba vigente a la fecha de los ataques del 11-S.
Por su parte el ex ejecutivo de la NSA, Thomas Drake, quien ayudó a exponer varios programas de espionaje ilegal en el año 2005, ha dicho reiteradamente que la agencia, sin duda alguna, pudo haber prevenido los atentados.
“La NSA poseía información de inteligencia crítica sobre Al Qaeda y movimientos asociados que nunca fue compartida apropiadamente al interior de la NSA”, sostuvo Drake en una entrevista reciente. “Simplemente no compartieron la información de inteligencia, pese a que la tenían”.
no hay dudas de que fue un ataca autoinfligido para justificar la invasion a oriente. lo mismo que permitir Pearl Harbor para bombardear Japon
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