México, 5 oct (PL) El hallazgo de fosas comunes en Iguala, estado mexicano de Guerrero, donde se presume estén los restos de 43 estudiantes normalistas desaparecidos tras la represión policial el fin de semana pasado, compromete hoy a las autoridades federales.
El procurador de Justicia de Guerrero, Iñaky Blanco, informó la víspera del hallazgo de varias fosas clandestinas con un número indeterminado de cadáveres en el municipio de Iguala, de esa demarcación.
Los enterramientos están ubicados en la colonia de Pueblo Viejo, a unos 15 kilómetros donde ocurrieron los hechos del 26 y 27 de septiembre, que ocasionaron la muerte de seis personas, de ellos tres estudiantes, 14 heridos y la desaparición de 43 alumnos normalistas.
De acuerdo con reportes difundidos, el Servicio Médico Forense comenzó el traslado de los cuerpos, mientras helicópteros sobrevuelan el área, donde se encuentra el presidente de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, Ramón Navarrete, y elementos de la Marina y Protección Civil.
Fuentes próximas a la investigación opinan que existen suficientes evidencias para considerar que estos cuerpos corresponden a los estudiantes desaparecidos de la Normal Rural de Ayotzinapa, pero las autoridades prefieren esperar a las pruebas de ADN para confirmarlo, coinciden medios de prensa.
Veintidós policías fueron detenidos acusados de disparar contra los normalistas en varios incidentes en Iguala, ocurridos luego de una manifestación contra la discriminación del trabajo de los profesores rurales.
Una comisión de familiares de los desaparecidos y de organizaciones sociales de Guerrero reclamarón aquí, el pasado viernes, en reunión sostenida en la Secretaría de Gobernación, la intervención de las autoridades federales en la búsqueda de los jóvenes desaparecidos.
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