La transgénica patata Innata, desarrollada por la empresa proveedora de McDonalds, ha hecho saltar en EE.UU. la enésima polémica en torno a la idoneidad de los productos genéticamente modificados.
El Departamento de Agricultura de EE.UU. (USDA) ha aprobado por primera vez la siembra comercial de la patata genéticamente modificada, informa ‘The New York Times‘. La encargada de desarrollarla será la firma J.R. Simplot, que suministra patatas fritas congeladas a los restaurantes de comida rápida, sobre todo a McDonalds. La empresa asegura que tras el tratamiento térmico su patata Innate contiene menores cantidades de agentes cancerígenos peligrosos para la salud humana. Además, se mantiene fresca más tiempo que una patata natural.
La modificación genética de algunos alimentos es bastante común en EE.UU. Así, el 90% de la soja y el 89% del maíz cultivado en el país es transgénicos.
La medida del Departamento de Agricultura ya ha causado polémica en la sociedad e indignación de las organizaciones antitransgénicas, aunque la decisión del USDA tiene muchos apoyos. No pocos piensan que la patata transgénica es beneficiosa para la salud de las personas: fundamentalmente menor riesgo de sufrir cáncer por contener menos sustancias cancerígenas.
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