domingo, 22 de febrero de 2015

LA GUERRILLA PARAGUAYA ATACA DOS COMISARÍAS Y DEJA UN ESCRITO CONTRA LOS AGROTÓXICOS





El grupo armado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP) atacó dos comisarías en la zona norte de Paraguay y dejó un panfleto donde afirma que se “prohíbe el cultivo de soja, maíz y otros productos que requieran el uso de agrotóxicos”, informó hoy el Ministerio Público.

Con menos de 60 minutos de diferencia, personas sin identificar dispararon contra la sede policial del municipio de Azotey y después contra la de Kurusú de Hierro, a unos 20 kilómetros de distancia, entorno donde el grupo armado ha protagonizado la mayoría de sus crímenes.

Lo hicieron desde zonas boscosas a unos 200 metros de distancia, según explicó el fiscal Joel Cazal al diario Última Hora, quien recordó que estas comisarías ya han sido atacadas de la misma forma varias veces en los últimos tres años.

El 21 de abril de 2013, una semana después de las elecciones generales que ganó Cartes, la comisaría de Kurusú de Hierro fue atacada a tiros en pleno día y cuando los agentes que fueron a dar apoyo regresaban a Azotey, un explosivo afectó a un vehículo y mató a un policía.

“Como en el otro caso, este ataque tampoco era para hacer daño, sino para llamar la atención; entre dos a cuatro personas fueron las que atacaron la comisaría”, aseguró Cazal.

El grupo armado opera en el norte del país, en la encrucijada de tres departamentos: San Pedro, Concepción y Amambay.

Se trata de una de las zonas más pobres de Paraguay, muy cerca de las ciudades fronterizas con Brasil, que son consideradas un bastión del crimen organizado.

“Los enemigos creen haber derrotado nuestras ideas, haber derrotado nuestra concepción guerrillera sobre la lucha revolucionaria armada, lo que lograron fue con un golpe de suerte”, dicen, en referencia a sus compañeros caídos, en el supuesto comunicado del EPP aparecido en la zona tras los tiroteos.

El panfleto del grupo advierte a ganaderos y dueños de cultivos intensivos de soja que el uso masivo de agroquímicos es “altamente dañino para la salud humana”, el mismo día que la prensa ha divulgado que varios terratenientes han aceptado pagar extorsiones del EPP, que las llama “impuestos revolucionarios” .

Paraguay es el cuarto exportador mundial de soja, cuya industria ha fomentado el aumento del uso de agroquímicos y pesticidas a gran escala.

Entre 2009 y 2013 se ha quintuplicado en Paraguay la cantidad de agroquímicos y herbicidas que se importan para su uso en los cultivos extensivos de soja y maíz, entre otros, según la organización Base Investigaciones Sociales (Base IS).

La Federación Nacional Campesina (FNC), la mayor organización de labriegos del país, ha protagonizado varias movilizaciones pacíficas para exigir un control exhaustivo de las fumigaciones con pesticidas, especialmente en las plantaciones de soja.

La guerrilla además mantiene secuestrado desde casi ocho meses al policía Edelio Morínigo, por cuya libertad exige un canje por guerrilleros encarcelados.

El secuestro se produjo cuando el EPP tenía en su poder a Arlan Fick, hijo de colonos brasileños, que cumplió 17 años durante su cautiverio, que duró nueve meses hasta que fue liberado las pasadas Navidades, meses después de que su familia pagara un rescate de medio millón de dólares, según anunciaron a la prensa.

Aunque su acción más sonada fue el secuestro tres años antes de María Edith Bordón, esposa de un empresario paraguayo, por el que sus presuntos responsables llevan años encarcelados.

La Fiscalía le atribuye al EPP varios otros casos de secuestro, colocación de explosivos y atentados a haciendas e instalaciones policiales.

caracol

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