El Russel Boney Bentley abandonó su Texas natal y acudió a luchar junto a los rebeldes del este de Ucrania. Con su nombre de guerra, Texas, lucha en las peligrosas posiciones junto al aeropuerto de Donetsk y Spartak.
Texas abandonó Estados Unidos el pasado noviembre y tras “presentar sus respetos a los héroes” en Volgogrado, llegó a Rostov, desde donde tomó el camino a Donetsk. Se presentó ante el batallón Vostok y se alistó en las milicias.
¿Por qué lucha?
Yo soy comunista y antifascista. He creído en esto siempre y es lo que me empujó a venir a Donbass. Cuando vi lo que estaba pasando en Kiev en Maidan, enseguida tuve claro que Estados Unidos tenía algo que ver. Están haciendo lo mismo que antes hicieron en Panamá, Libia, Afganistán, Siria o Iraq. Dijeron que iban a traer la democracia y la libertad a Ucrania y en lugar de eso dieron un golpe de estado. Para hacerlo les dieron fuerza a los grupos nazis locales. Lo que estamos viendo aquí ahora no es más que la consecuencia de todo aquello.
Las milicias populares de Donetsk y de Lugansk, la resistencia del pueblo de Donbass, luchan contra los nazis que hay en el Gobierno de Ucrania. Son criminales y alguien tiene que hacerles frente. Están en el poder, tienen la autoridad de tomar decisiones que influyen a la gente y además trabajan para Estados Unidos. Como estadounidense, creo que tengo una responsabilidad sobre todo esto. Por eso estoy luchando aquí.
¿Qué papel juega el Gobierno de su país en el conflicto del este de Ucrania?
Lo que están haciendo es un crimen, no tiene otro nombre. Hace cuatro meses que llegué aquí. Primero luché en el aeropuerto y después me trajeron a la posición de Spartak. Cada edificio que se destroza aquí, cada ventana que se rompe, cada persona que muere o cada familia que tiene que huir a Rusia es responsabilidad de Estados Unidos. Si no hubieran apoyado a los nazis de Kiev no habría estallado esta guerra. No moriría gente, no se destruirían viviendas…
Aquí hay muchos milicianos de Donbass, pero también hay soldados de los países de alrededor. Pero usted viene de Estados Unidos. ¿Qué le dicen sus compañeros cuando están en el frente?
Me tratan bien. Aquí solo soy uno más y, como todos, intento ayudar.
¿Qué intención tiene, hasta cuándo se va a quedar en las milicias?
Hasta la victoria, hasta el final.
¿Y cuándo llegará la victoria?
En mi opinión, el régimen fascista que han implantado en Kiev caerá este año. Están perdiendo la guerra de Donbass y la gente del otro lado a la que obligan a ir a la guerra no tiene ganas de venir aquí. Además es evidente que la situación económica va a peor y que el pueblo ucraniano está empezando a enfadarse. La Ucrania post-Maidan está cada vez peor y aquí estamos cada vez más oorganizados.
Con información de slavyangrad.es
Lo necesitamos en México tenemos problemas con los neoliberales asesinos.
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