El soldado estadounidense en servicio activo James Brown ingresó en julio de 2012 en la cárcel del Condado de El Paso en Texas para cumplir una condena de dos días por conducción en estado de ebriedad y perdería la vida en la cárcel en circunstancias misteriosas. Un nuevo video de su breve y fatal paso por el centro penitenciario revela la agresividad que los funcionarios de prisión emplearon contra él y los aterradores últimos minutos de su vida.
James Brown, que cumplió dos períodos de servicio en Iraq en el Ejército estadounidense y que al parecer sufría de trastorno de estrés postraumático, supuestamente estaba alborotando en su celda cuando los oficiales intentaron domeñarlo. Minutos más tarde, Brown le dijo a los funcionarios de prisiones en repetidas ocasiones que no podía respirar antes de perder el conocimiento.
Los oficiales le llevaron a otra habitación y le inyectaron lorazepam, un sedante, informa KFOX14, que obtuvo y difundió el video. Brown pidió agua, reiterando a los oficiales que tenía “problemas”. Los funcionarios de la cárcel finalmente le dieron un pequeño vaso de agua.
Posteriormente se llevaron a Brown de nuevo a su celda mientras su respiración empeoraba. En el video se puede apreciar al soldado tendido en el suelo sin poder parpadear y con la respiración entrecortada. En ningún momento las autoridades de la cárcel avisaron a los servicios de emergencia. Brown moriría poco tiempo después.
Las autoridades afirman que el condenado murió por causas naturales después de que un informe de la autopsia aseverara que padeció una “crisis de células falciformes”.
No obstante, su familia insiste en que murió como consecuencia del trato recibido en la cárcel.
(Tomado de Russia Today)
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