1) La información recuperada del recinto donde murió Bin Laden en realidad aporta poco
El portal FirstPost ha recopilado cinco significativos datos a la luz de la reciente revelación, por parte del premio pulitzer Seymour Hersh, de que la Casa Blanca habría mentido en relación con la muerte del líder de Al Qaeda, Osama bin Laden. “Las mentiras se construyen sobre más mentiras”, sostiene el autor del artículo.
“No había bolsas de basura llenas de computadoras y dispositivos de almacenamiento, ni la esposa e hijos de Bin Laden fueron entregados a las autoridades estadounidenses por Pakistán para ser interrogados”, afirma Sandip Roy, escritor y editor principal del portal FirstPost. “El asesinato de Bin Laden fue simple y llanamente una venganza por lo ocurrido en 2001”, sostiene.
Roy destaca que la muerte del terrorista número 1, quien estaba prisionero desde el año 2006 en la ciudad de Abbottabad, estuvo motivada por la campaña de reelección del presidente estadounidense, Barack Obama. “Diez años después del 11-S las fuerzas estadounidenses mataron a un anciano enfermo cuyo valor era más que nada simbólico en aquel entonces”, afirma.
2) No hubo ningún tiroteo
“Los guardias de la Dirección de Inteligencia Inter-Services (ISI, por sus siglas en inglés) —el mayor servicio de inteligencia de Pakistán—, recibieron órdenes de abandonar el lugar en el momento adecuado. En un país donde cualquier persona rica tiene guardaespaldas armados, sería absurdo pensar que uno de los hombres más buscados del mundo no tuviera protección las 24 horas del día. Así que el tiroteo durante el ataque de Abottabad tuvo que ser inventado”, establece Roy.
3) Un tiroteo inventado necesita bajas humanas
“EE.UU. afirma que cinco personas murieron en aquellas instalaciones: Osama bin Laden, un mensajero, su hermano, un hijo de Bin Laden y una de las mujeres que protegía a Bin Laden. Pero al parecer no había en realidad ninguna mujer que le protegiera. Y el mensajero era ficticio y por lo tanto debía morir en la operación”, cuenta el editor principal del portal Firstpost.
4) El ‘problema’ del cuerpo de Bin Laden
Según Hersh, el acuerdo inicial entre Washington e Islamabad establecía que la muerte del terrorista debía ser mantenida en secreto durante una semana, tras la cual esta sería atribuida a un ataque con drones en el lado afgano de la frontera afgano-pakistaní, pero la explosión provocada por la destrucción del helicóptero Blackhawk en Abbottabad provocó que en todo el mundo trascendiera antes de lo previsto que Barack Obama había dado muerte al terrorista número uno. “Una vez realizado el anuncio surgió la cuestión del cuerpo de Bin Laden”, cuenta Roy.
La Casa Blanca anunció entonces que el cuerpo de Osama había sido arrojado al océano Índico desde el portaaviones Carl Vinson. Pero Hersh afirma que un miembro del equipo SEAL se había jactado de que“habían destrozado el cuerpo de Bin Laden con fuego de fusil” y que los restos del terrorista fueron metidos en una bolsa de plástico y esparcidos desde helicóptero sobre las montañas del Hindu Kush.
5) El chivo expiatorio en la obtención de ADN
El ISI había ordenado a Amir Aziz, médico militar y oficial del Ejército pakistaní, que se mudara cerca de donde residía el terrorista para poder atenderlo. En junio de 2011, se filtró tras ser interrogado por los servicios pakistaníes que Aziz era en realidad un informador de la CIA. Aziz fue liberado y “EE.UU. no se podía permitir que el papel de este en la obtención de sangre de Bin Laden se conociera” por lo que fue necesario un chivo expiatorio y el elegido fue Shakil Afridi, un médico pakistaní de 48 años de edad que en algún momento había estado activo en la CIA.
“Su programa de vacunación de hepatitis B, completamente legítimo, fue elegido como la forma en la que EE.UU. obtuvo ADN de Bin Laden […] Afridi fue acusado de traición y condenado a 33 años por los pakistaníes”, cuenta Roy.
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