Una importante cadena de cines de EEUU, ha prohibido que los espectadores lleven “sables láser” de juguete a las proyecciones de la nueva película de Star Wars, argumentando que se asemejan a “armas”.
Cinemark, la tercera cadena más grande de los EE.UU., también ha prohibido a los aficionados llevar al cine pistolas láser, así como pinturas para la cara, caretas o cascos.
Es decir, los fans tendrán que dejarse el casco de Darth Vader en casa.
Habrá quien argumente que ir al cine disfrazado para ver una película es algo ridículo, pero aún lo es mucho más impedir que se lleve determinado atrezzo por considerarlo peligroso.
¿Tienen miedo que un tipo disfrazado de jedi y otro disfrazado de Darth Vader se peleen con los sables láser y le corten el brazo a alguien?
El nivel de paranoia en EEUU está alcanzando límites de ridículo cada vez más exagerados…
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