Son las conclusiones de una investigación realizada mediante antropología forense.
AURORA FERRER / QUO


Para realizar una imagen de Jesús más adaptada a la realidad, el científico contó con tres cráneos del siglo I bien conservados que habían sido hallados en Israel. A partir de ellos, Neave utilizó la tomografía computarizada para intentar obtener hasta el más mínimo detalle.
Estamos acostumbrados a ver representaciones de Jesús de Nazaret que le muestran con melena castaña, tez blanca, ojos claros y barba. Pero la ciencia ahora pone en duda ese aspecto tan caucásico y afirma que su color era negro, tenía una nariz más grande y además, un aspecto mucho más corpulento.
Según explican en Popular Mechanics, los científicos creen que esta recreación de Jesús podría ser la más exacta que se ha realizado hasta la fecha. Según Alison Galloway, profesor de antropología en la Universidad de California “probablemente sea más fiel a la realidad que el trabajo de muchos grandes maestros de la pintura”.
Fuente: libertaddigital.com
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