El Vaticano anunció la entrada en vigor del acuerdo entre la Santa Sede y el Estado de Palestina que propugna, entre otros aspectos, una “solución negociada y pacífica del conflicto en la región”.
El acuerdo consiste en un preámbulo y 32 artículos en los que se abordan “aspectos esenciales de la vida y de la actividad de la Iglesia en Palestina” y es especialmente simbólico por sus términos, porque no habla de “territorios palestinos”, o de “Cisjordania, Gaza y Jerusalén Oriental”, sino de un Estado, un reconocimiento que ha escocido mucho a Israel.
El acuerdo fue firmado el pasado 26 de junio y se apoya, como indicó la Santa Sede al anunciarlo entonces, en la solución de “dos Estados” para el contencioso con Israel. Cuando reveló el contenido del acuerdo, el Vaticano estimó que podría ayudar al reconocimiento de una Palestina “independiente”.
El texto da seguimiento al Acuerdo de Base que firmaron la Santa Sede y la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) el 15 de febrero de 2000 y es resultado de las negociaciones desarrolladas por la comisión de trabajo bilateral durante los últimos años.
Por parte del Vaticano firmó el acuerdo el pasado junio el arzobispo Paul Gallagher, secretario de Relaciones con los Estados, mientras que por el lado palestino lo hizo el ministro de Asuntos Exteriores, Riad al Malki. Entonces Gallagher destacó que “en contraste con el acuerdo anterior, este se firma entre la Santa Sede y el Estado de Palestina”.
El acuerdo entre el Vaticano y el Estado Palestino sigue efectivamente al que la Santa Sede alcanzó en 2000 con la OLP, aunque las relaciones oficiales entre ambas partes se establecieron ya el 26 de octubre de 1994.
Las negociaciones se reanudaron después de 2010 y tuvieron como consecuencia el acuerdo que ahora entra en vigor, que regula aspectos del funcionamiento de la Iglesia católica en Palestina, como el régimen fiscal de sus propiedades o la exención de servicios personales, como el militar, para su personal.
Además, afecta a los lugares santos y confirma que el concepto de “santidad” es “fuente de obligaciones para la autoridad civil” en relación con la “autoridad y jurisdicción canónica” de la Iglesia católica.
Palestina ya es reconocida como Estado por 130 naciones del mundo y es, formalmente, estado observador -no miembro- en la Asamblea General de las Naciones Unidas, un rango que logró con holgada mayoría en noviembre de 2012. Prácticamente solo le resta lograr el apoyo de los países europeos (Suecia ya lo dio) y norteamericanos para que ese respaldo como Estado sea pleno. El Vaticano ostenta en este instante ese mismo estatus de observador en la ONU.
(Con información de El Huffington Post)
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