Tres agencias de la ONU llaman a mejorar la seguridad de refugiados y migrantes.
Una media de dos niños han muerto cada día ahogados desde el pasado mes de septiembre cuando sus familias intentaban cruzar el Mediterráneo y el número de muertes está aumentando, motivo por el que tres agencias de la ONU (OIM, Acnur y Unicef) pidieron este viernes que se mejore la seguridad de quienes huyen de los conflictos y de la desesperación.
Después de que el trágico fallecimiento del pequeño Aylan Kurdi atrajera la atención del mundo el pasado mes de septiembre, más de 340 niños, muchos de ellos bebés y menores de poca edad, se han ahogado en el Mediterráneo oriental, si bien estas agencias de la ONU indicaron que la cifra podría ser mayor porque sus cuerpos se han perdido en el mar.
El estrecho del mar Egeo, entre Turquía y Grecia, es una de las rutas más mortíferas del mundo para refugiados y migrantes. Los agitados mares del invierno, la sobrecarga de las embarcaciones y la mala calidad de éstas y de los salvavidas aumentan el riesgo de naufragio, lo que hace que el viaje sea significativamente más peligroso.
El director ejecutivo de Unicef (Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia), Anthony Lake, indicó que conviene poner medidas para evitar estas tragedias. “No podemos cerrar los ojos ante la tragedia de tantas vidas jóvenes e inocentes y futuros perdidos, y tampoco podemos dejar de responder a los peligros a los que se enfrentan muchos más niños”, apuntó.
Lake recalcó que “puede que ahora no tengamos la capacidad para poner fin a la desesperación que obliga a tanta gente a intentar cruzar el mar, pero los países pueden y deben cooperar para conseguir que esos viajes tan peligrosos sean más seguros”. “Nadie pondría a un niño en un barco si existiera otra opción más segura”, apostilló.
“INTOLERABLES”
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados, Filippo Grandi, comentó que “estas muertes trágicas en el Mediterráneo son intolerables y deben terminar”. “Claramente, necesitamos realizar más esfuerzos para combatir el contrabando y el tráfico. Además, como muchos de los niños y adultos que han fallecido intentaban reunirse con sus familiares en Europa, si queremos reducir el número de muertes la prioridad absoluta debe ser organizar maneras de que las personas viajen legalmente y de manera segura, por ejemplo a través de programas de reasentamiento y reunificación familiar”, agregó.
“El recuento de vidas no es suficiente. Debemos actuar”, indicó William Lacy Swing, director general de la OIM (Organización Internacional para las Migraciones) en Ginebra, antes de añadir que “no se trata sólo de un problema del Mediterráneo o de Europa”.
“Es una catástrofe humanitaria en potencia que requiere el compromiso del mundo entero. El terremoto de Haití en 2010 no fue problema de un solo hemisferio, al igual que no lo fue el tsunami del sudeste asiático de 2004. Aquellos desastres recibieron una avalancha de ayuda humanitaria. Con esta crisis debe ocurrir lo mismo”, dijo.
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha convocado una reunión de alto nivel, que tendrá lugar el 30 de marzo en Ginebra, sobre la responsabilidad global compartida a través de canales legales de admisión de los refugiados sirios.
Dado que actualmente los niños representan un 36% del total de personas en tránsito, la posibilidad de que se ahoguen en el mar Egeo cuando cruzan de Turquía a Grecia ha aumentado proporcionalmente. En las primeras seis semanas de 2016 se han ahogado 410 personas de las 80.000 que cruzaban el Mediterráneo oriental. La cifra se ha multiplicado por 35 en relación al año anterior.
0 comentarios:
Publicar un comentario