El conflicto en Ucrania ha afectado profundamente a las vidas de 580.000 niños que viven en zonas no controladas por el Gobierno y cerca de la primera línea de combate al este del país, según informó hoy Unicef. De ellos, 200.000, uno de cada tres, necesitan apoyo psicosocial.
“Dos años de violencia, bombardeos y miedo han dejado una huella imborrable en miles de niños al este de Ucrania”, señaló Giovanna Barberis, representante de Unicef en Ucrania. “Mientras el conflicto continúa, necesitamos llegar a estos niños urgentemente para responder a sus necesidades físicas y psicológicas”.
Más de 215.000 niños están desplazados internamente en las zonas afectadas por el conflicto. Al menos una de cada cinco escuelas han sido dañadas o destruidas.
Asimismo, el año pasado más de 20 niños murieron y 40 fueron heridos, 28 de ellos a causa de minas y artefactos explosivos.
POLIOMIELITIS
Además, se confirmó un brote de poliomielitis, 19 años después de que el país se declarara libre de esta enfermedad.
Los daños a las infraestructuras básicas han puesto en riesgo el suministro de agua para más de dos millones de personas en primera línea.
La caída en picado de las temperaturas, la escasez de combustible y el elevado precio del carbón aumentan el riesgo de enfermedades respiratorias en los niños, indica el informe de Unicef. La falta de acceso a los servicios sanitarios y la falta de medicinas aumentan el riesgo de más brotes de enfermedades.
“Unicef hace un llamamiento a todas las partes del conflicto en Ucrania para que garanticen el acceso humanitario sin restricciones y el desplazamiento seguro para ayudar a los niños que lo necesitan”, dijo Giovanna Barberis.
Unicef y sus aliados han trabajado para proporcionar a los niños los servicios básicos que necesitan. Hasta la fecha la organización ha proporcionado apoyo psicosocial a más de 46.000 niños y formado a casi 5.000 profesores y psicólogos para que puedan identificar síntomas de sufrimiento entre los niños.
Asimismo, ha llegado a más de 1,6 millones de personas con agua potable y a más de 164.000 niños y adultos con artículos esenciales de higiene.
MINAS Y VACUNAS
También ha distribuido kits de educación y material escolar para más de 200.000 niños y ha proporcionado información sobre los riesgos de las minas y artefactos sin explotar a cerca de 280.000 niños.
Además, ha distribuido fármacos antirretrovirales a 8.000 adultos y niños que viven con VIH en zonas no controladas por el Gobierno, y pruebas de VIH a más de 31.000 mujeres embarazadas, y ha adquirido vacunas contra la poliomielitis para 4,7 millones de niños.
A comienzos de año Unicef hizo un llamamiento adicional de 54,3 millones de dólares (49 millones de euros) para hacer frente a las necesidades humanitarias de los niños más vulnerables en las zonas afectadas por el conflicto.
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