jueves, 19 de mayo de 2016

El Golpe busca reinstaurar el neoliberalismo en Brasil

La presidenta brasileña Dilma Rousseff fue apartada del poder por 180 días. Su cargo es ocupado temporalmente por el ex vicepresidente Michel Temer.
Rousseff, en una entrevista concedida a RT, afirmó que el impeachment en su contra es un chantaje y aseguró que el Gobierno interino de Michel Temer está dominado por políticos neoliberales.
Ante este escenario, la mandataria negó todas las acusaciones en su contra y aseguró que utilizará “todos los instrumentos” para ejercer su gestión “hasta el fin”. Advirtió que el juicio político es un golpe de Estado sin armas.
“Me juzgan por una cuestión pública, por problemas de crédito suplementario, algo que todos los presidentes antes de mí hicieron. Nunca fue un crimen y no se va a convertir ahora en crimen cuando no había ninguna disposición que lo estableciera como tal”, explicó.
Rousseff denunció que con esta acción el programa que perdió las elecciones en 2014 llega al poder y “pretende reducir al máximo nuestros programas sociales” y “acabar con esos derechos” al imponer una “política antinacional en lo que se refiere, por ejemplo, a los recursos petrolíferos del país”.
Enfatizó que en un determinado momento quedó claro que Michel Temer tenía intenciones de “usurpar de forma indebida el cargo de presidente”, debido a que “por sí solo no tenía fuerzas para hacerlo y decidió aliarse a ese expresidente de la Cámara que detentaba una parte del Congreso en sus manos desencadenando el proceso de ‘impeachment”
La mandataria aseguró durante la entrevista (la primera que concede tras su destitución) que la prensa “habla al son de los grandes medios internacionales”. Manifestó que la prensa brasileña es “muy tendenciosa” y, por lo general, es muy “estricta” cuando se trata de su Gobierno, de su partido y de partidos aliados, mientras que al gobierno interino le dan un tratamiento de “mucha condescendencia, no hay crítica hacia ese gobierno”.
En ese sentido, indicó que “hay que democratizar los medios, puesto que están en manos de una minoría”.
Temer pasó a ser el presidente interino de Brasil luego de que Rousseff, elegida con 54 millones de votos populares, fuera separada de su cargo por al menos seis meses para enfrentar un juicio político, pese a que no existen pruebas en su contra de un crimen de responsabilidad.
Rousseff manifestó su emoción por las muestras de solidaridad en el festival de Cannes, en Francia, por el director Kleber Mendonça Filho y la actriz Sônia Braga, quienes exhibieron carteles en los que se leía: “Resistiremos”, “Un golpe ocurrió en Brasil” y “Brasil no es más una democracia”.
El Senado aprobó el proceso de impeachment el pasado 12 de mayo con 55 votos a favor, 22 en contra y 1 abstención (de 78 de los 81 miembros del cuerpo colegiado).
En este período las autoridades brasileñas se encargarán de encontrar las pruebas contra la mandataria que no fueron presentadas ni en la Cámara baja ni en el Senado.
Rousseff ha reiterado en varias ocasiones que “lucharé cada día, cada minuto contra el impeachment”. La mandataria sostiene que la medida es un golpe en curso disfrazado de legalidad.
LibreRed | Telesur | RT

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