Tras el intento fallido de golpe de estado en Turquía, se ha producido un fenómeno que transcurre en paralelo con la represión cada vez más brutal de Erdogan contra sus opositores: los cementerios de todo el país se niegan a enterrar a los fallecidos del bando golpista que trataron de derrocar a Erdogan.
En un intento de remediar la situación, el alcalde de Estambul, Kadir Topbas, ha ordenado que se asigne un espacio en un cementerio de la ciudad para que se enterre a “los traidores”y para que los transeúntes puedan echarles maldiciones.
“Pedí crear un espacio que será llamado ‘el cementerio de los traidores”, dijo Topbas a un grupo de manifestantes a favor del gobierno, en la plaza Taksim de Estambul. “Todo el mundo que visite el lugar los maldecirá y no serán capaces de descansar en sus tumbas”
La decisión de proporcionar el espacio, Topbas dijo, se produjo después de que el alcalde de Ordu, una ciudad portuaria en la costa del Mar Negro no proporcionara espacio en el cementerio.
Como resultado, la familia de uno de los muertos tomó un cuerpo y lo enterró en su jardín.
“Felicito al alcalde”, dijo Topbas citado por la Agencia Anadolu, añadiendo que los golpistas “no se salvarán de ir al infierno”.
Este es el tipo de gente que apoya a Erdogan y así piensan y actúan…
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