Ciudadanos de Miami Beach protestan ante las autoridades municipales por las fumigaciones aéreas de un insecticida tóxico que tiene el objetivo de matar a los mosquitos portadores del Zika, en un esfuerzo para detener la propagación del virus.
El número de infecciones transmitidas por mosquitos alrededor de Miami Beach ha ido en aumento, dando lugar a que las autoridades del condado ordenaran la fumigación de insecticidas en áreas de 1,5 millas cuadradas.
A la vez, el alcalde de Miami-Dade, Carlos Giménez, autorizó el uso de camiones con turbinas de viento para rociar productos químicos en las calles, y así como la fumigación aérea.
Este último método ha generado controversia entre los ciudadanos, preocupados por la toxicidad del naled, uno de los dos insecticidas que se utiliza.
El naled es un insecticida organofosforado, con la misma clase de compuestos químicos que las armas químicas que atacan al sistema nervioso.
En caso de alta exposición, el naled sobre-estimula el sistema nervioso, causando náuseas, mareos, confusión y, a muy altas exposiciones, parálisis respiratoria y muerte.
El insecticida está prohibido en la Unión Europea desde el año 2012.
“El naled … puede matarlo básicamente todo“, afirma Tanjim Hossain, un investigador de la Universidad de Miami.
“Cuando una gota del insecticida toca un mosquito, mata el mosquito casi instantáneamente”
La fumigación ha dado lugar a la alarma ciudadana, con manifestantes en las calles portando pancartas que decían: “Dejen de envenenarnos” y “el naled hace más daño que bien”.
El alcalde de la ciudad de Miami Beach, Philip Levine dice que se siente “incómodo” con la fumigación aérea, pero insiste en que las recomendaciones médicas y científicas deben tener prioridad sobre los temores de la gente.
“No me siento cómodo con el insectida, pero creo que es importante que escuchemos a las autoridades científicas y médicas adecuadas y lo que recomiendan”.
Sin embargo el comisionado de Miami Beach, Mike Grieco, ha pedido una reunión especial para cancelar las fumigaciones aéreas programadas:
“Es una neurotoxina. No sabemos los riesgos. Lleva prohibida en Europa desde 2012. Es algo que no se ha utilizado en Miami, históricamente”, afirmó.
Giménez afirmó que las fumigaciones aéreas de la toxina fue recomendado por las autoridades de salud de Florida y por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), aunque los CDC han desviado toda la responsabilidad a las autoridades locales.
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