Todo ha estallado tras los dos graves bobmardeos de estos últimos días, que han dado al traste con el alto el fuego alcanzado por EEUU y Rusia: primero el bombardeo norteamericano sobre el ejército sirio en Deir Ezzor del 17 de septiembre, que provocó alrededor de 100 muertos; y después el ataque de autoría aún no aclarada contra un convoy de ayuda humanitaria de la ONU en Alepo, que ha provocado un cruce de acusaciones entre EEUU, Siria y Rusia.
No obstante, y a pesar de que dicha noticia no parece ser cierta, hay indicios que harían sospechar que quizás sí se produjo un incidente de este tipo y que ha sido ocultado, viendo el cariz que están tomando los acontecimientos.
En estos momentos, EEUU está presionando fuertemente por crear una zona de exclusión aérea y que sólo los aviones de la coalición occidental liderada por EEUU puedan sobrevolar los cielos de Siria.
Es decir, EEUU está diciendo, sin ningún reparo ni vergüenza, que el propio gobierno de Siria no debe utilizar su aviación en su propio país y en su propia guerra; y lo mismo en referencia a su aliado Rusia.
Lo más grave, sin embargo, es lo que ha declarado el jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas de Estados Unidos, Joseph Dunford, ante una audiencia del Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense.
Dunford afirmó que sería necesario crear dicha zona de exclusión aérea en Siria y que solo los aviones norteamericanos sobrevolaran el país, justificándolo en el ataque contra el convoy de la ONU; Dunford Añadió que quién atacó el convoy “o bien fueron los rusos o el régimen sirio”, aunque admitió que no tenía pruebas de ello.
El momento clave de la comparecencia, sin embargo, se produjo cuando el senador Roger Wicker le preguntó a Dunford acerca de lo que se necesitaría para que los EEUU pudieran imponer una zona de exclusión aérea sobre Siria.
Y la respuesta de Dunford fue: “En este momento…para que nosotros controláramos la totalidad del espacio aéreo en Siria sería necesario ir a la guerra contra Siria y Rusia”, algo que provocó la reprimenda del presidente del comité, John McCain, quien sostuvo que la creación de dicha zona de exclusión aérea era posible sin provocar una guerra de esta índole.
No hace falta decir que McCain sabe perfectamente que la creación de una zona de exclusión aérea provocaría con toda seguridad un enfrentamiento directo con el gobierno de Siria, que no podría realizar ataques aéreos sobre las posiciones rebeldes apoyadas por EEUU, ni sobre Estado Islámico. Y por lo tanto, también provocaría entrar en conflicto directo con Rusia, el viejo sueño belicista y enloquecido que tienen tanto McCain como los halcones de Washington.
Por si fuera poco, a esta propuesta enloquecida de crear una zona de exclusión aérea por parte de EEUU, se ha sumado la amenaza de Erdogan, que aseguró que tiene planes para establecer una zona de exclusión aérea en el norte de Siria.
“Este es nuestro objetivo: queremos establecer una zona de exclusión aérea de 95 por 45 kilómetros, o 4000 y 5000 kilómetros cuadrados”, dijo Erdogan durante un evento celebrado en Nueva York.
El mandatario turco afirmó que su planeada zona de exclusión aérea, (que muchos advierten que beneficiaría en gran parte a los terroristas, también incluiría las ciudades de Jarabulus y Al-Rai, urbes que recientemente han caído bajo el control del llamado Ejército Libre de Siria (ELS) con el apoyo militar de Turquía, país que actúa sin el consentimiento del Gobierno central de Siria.
Es decir, tanto turcos como norteamericanos quieren impedir a toda costa que la aviación rusa y siria puedan actuar, puesto que sus intervenciones están a punto de inclinar definitivamente el conflicto en la batalla decisiva por Alepo, justo cuando el ejército sirio acumula más de 1750 efectivos del Ejército sirio rodean los barrios orientales de Alepo, a la espera del inicio de una ofensiva a gran escala contra los terroristas.
Todo ello invita a pensar que tras el ataque contra el convoy de la ONU podrían estar los EEUU, tal y como insinúa Rusia y que tal ataque estaría siendo utilizado como subterfugio para impulsar la creación de esta zona de exclusión aérea.
Y todo esto hace pensar que es altamente probable que veamos más ataques con los que defender la creación de esta zona de exclusión aérea por parte de EEUU, aunque circunstancialmente pueda parecer en algún momento que se llega a nuevos acuerdos.
Como estamos viendo, todos los posibles acuerdos, son papel mojado.
Veremos cómo decide actuar Rusia ante esta nueva vuelta de tuerca, que está empujando el conflicto peligrosamente hacia un enfrentamiento directo entre EEUU y Siria…y por lo tanto, también con Rusia e Irán.
Putin necesitará de una nueva dosis de esa astucia que le caracteriza para esquivar el campo de minas en el que parece que quieren meterle…
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