viernes, 13 de enero de 2017

Esther Bejerano: una abuela alemana que canta rap con mensajes antifascista

Esther Bejerano: una abuela alemana que canta rap

La alemana Esther Bejarano tiene 92 años, camina despacio y tiene mirada dulce de abuela, le gusta la música clásica pero quería comunicarse con los jóvenes y decidió explorar nuevos terrenos junto al grupo de rap Microphone Mafia.

Por Ibis Frade* -. – La Habana (PL) La alemana Esther Bejarano tiene 92 años, camina despacio y tiene mirada dulce de abuela, le gusta la música clásica pero quería comunicarse con los jóvenes y decidió explorar nuevos terrenos junto al grupo de rap Microphone Mafia.
Hace unos pocos días llegó a Cuba con su mensaje antifascista y de paz para presentarse en varios escenarios de La Habana y las centrales provincias de Camagüey y Villa Clara: ahora está llena de entusiasmo con su primera visita.
Este viernes concluirá el periplo tras recorrer la parte más antigua de la ciudad, junto al historiador Eusebio Leal, y una vez concluida su actuación en los Jardines del Instituto Cubano de la Música.
‘Hace ocho años comencé a trabajar con Microphone Mafia y ya somos como una familia, los convertí a todos en mis nietos’, dijo la veterana artista.
Ella suele denominarse a sí misma como una cantante que actúa en un grupo de rap y no como una rapera, aunque disfruta mucho el género.
Ahora estoy muy contenta de poder hacerlo aquí en Cuba y finalmente visitar esta nación, conocerla y convencerme de que existe aún un verdadero socialismo en el mundo, apuntó.
Durante gran parte de su vida, cultivó el canto lírico y la música clásica, pero como quería comunicarse mejor con los jóvenes para transmitir su mensaje de paz y contra el fascismo, comenzó a colaborar con Microphone Mafia.
Esa música está muy de moda entre los jóvenes y quería luchar junto a los raperos, insistió, y también porque el proyecto me encantó y me dio nuevas energías.
UNA ‘RAPERA’ DE 92 AÑOS
La nonagenaria artista nació en Francia en 1924, sus padres fueron asesinados por los nazis en 1941 y a ella la trasladaron a Auschwintz en 1943, pero sobrevivió a los horrores de ese lugar y logró escapar.
Estuve presa en dos campos de concentración y eso me cambió todo: como pude mantener la vida decidí que la dedicaría a hacer lo que fuera posible contra los fascistas, contó.
Durante mi niñez tuve una vida musical muy intensa y poco tiempo después de que llegué a Auschwintz, allí crearon una orquesta y me ofrecí porque sabía tocar el piano, relató.
Pero no había ese instrumento, solo un acordeón y yo les dije que lo conocía, la verdad es que nunca lo había tenido en mis manos, pero comencé a explorar con el teclado y los botones y finalmente me aceptaron, rememoró.
‘Eso me salvó, dejé de hacer los trabajos pesados a los que me tenían sometida y pude sobrevivir’. Luego vivió durante más de 10 años en Israel, pero ni ella ni su esposo pudieron soportar el ataque al pueblo Palestino y abandonaron el país, otra vez rumbo a Alemania.
Ahora trata de difundir entre todos, en especial los jóvenes, lo sucedido durante esa etapa, con el fin de no repetir las mismas acciones, señaló.
También critica la actual política contra los migrantes en Europa, pues ‘están cerrando las fronteras de todo el mundo a personas que se van de su naciones de origen porque están amenazados por guerras y otras penurias’.
Del mismo modo, considera inadmisible el proceder del Gobierno de Israel contra Palestina porque no puede resistir la discriminación de un pueblo, cualquiera que sea.
Por ello uní mi voz al grupo Microphone Mafia, somos artistas de tres generaciones diferentes y de tres credos religiosos distintos, y a pesar de las diferencias podemos colaborar y hacer un buen trabajo, recalcó.
Aunque confesó que nunca había tenido contacto con músicos cubanos, siempre escuchó y admiró la música de este país, y en la actual gira pudo compartir escenarios con varias agrupaciones locales de rap como Primera Base, Charly Mucha Rima y El Adversario, entre otros.
‘Quería traer un mensaje antifascista a los jóvenes de Cuba y además, conocer de cerca a las personas y al proyecto socialista de este país’.
La nonagenaria cantante visitó numerosos lugares, el Palacio de la Rumba, el Museo de la Alfabetización, el proyecto cultural del artista Kcho, se reunió con la comunidad hebrea de La Habana y se empapó del quehacer de los raperos cubanos.

*Periodista de la Redacción de Cultura de Prensa Latina.

0 comentarios:

Publicar un comentario