La ejecución del expresidente iraquí Saddam Hussein se aceleró debido a la creencia de que el entonces líder libio, Muammar El-Gadafi, preparaba un plan para que escapara de la cárcel, reveló hoy el juez Mounir Haddad.
Hadad, que presidió el juicio a Hussein, reveló al programa Punto de Orden del canal satelital Al-Arabiya nuevos detalles del proceso contra el exmandatario y sus últimos momentos antes de ese ahorcado, incluidos los votos de ‘salud y bienestar’ para el propio magistrado.
Según su testimonio, la aplicación de la pena de muerte a Saddam Hussein se precipitó porque las autoridades conocieron que El-Gaddafi -asesinado en 2011- supuestamente estaba tratando de sobornar a guardias estadounidenses que lo custodiaban para rescatarlo de la prisión.
Añadió que, contrario a reportes previos de la prensa local y norteamericana, el expresidente iraquí Jalal Talabani otorgó su ‘aprobación implícita’ para la ejecución de Hussein, y que durante la audiencia para escuchar el veredicto éste se distinguió por ‘su calma y compostura’.
El juez señaló que él recibió personalmente la última voluntad de Saddam Hussein dado que ningún clérigo sunnita estuvo presente cuando se le ejecutó, y al preguntarle por su deseo final, el condenado le respondió deseándole ‘salud y bienestar’.
Al-Arabiya difundirá más pormenores de los últimos días del exlíder del partido Baath iraquí en el episodio que saldrá al aire el 14 de abril, anunció el canal al reproducir la opinión del letrado sobre la confesión musulmana del gobernante depuesto tras la invasión y ocupación militar de Estados Unidos.
En opinión de Haddad, no puede catalogar a Hussein como un sunnita cabal, en tanto mató a muchas personas, incluidos numerosos sunnitas, y el partido con el que gobernó era chiita y se constituyó en una ciudad chiita.
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