El senador y expresidente José Pepe Mujica fue consultado en una extensa entrevista con Caras y Caretas sobre la postura de Uruguay frente a la situación en Venezuela, un tema que ha generado mucha polémica dentro del propio Frente Amplio.
Mujica explicó que “lo que más me espanta de Venezuela es la oposición, o una parte muy importante de ella. Creo que hay una clima de radicalización que se ha vuelto irracional y que a la larga termina favoreciendo a la derecha”, y consideró que “eso es muy peligroso estando Trump en Estados Unidos”.
“Estamos muy acostumbrados al discurso en defensa de la democracia, de los derechos humanos, contra las armas de destrucción masiva. Y tras eso viene terrible intervención militar de Estados Unidos. Lo peor que podemos hacer los latinoamericanos es darle bomba al intervencionismo” alertó, y precisó que “la radicalización y lo que está haciendo Almagro desde la OEA es un peligro, no sólo para Venezuela, sino para todo el continente”.
Concretamente sobre la declaración conjunta que algunos países latinoamericanos, entre los que figura Uruguay, hicieron sobre la situación en Venezuela y si considera que sirve para apaciguar los ánimos o todo lo contrario, expresó: “creo que hay que luchar por apaciguar los ánimos y buscar salidas negociadas. Todo lo que sea intervencionismo de afuera va en contra”.
Sobre el pedido de liberación de presos políticos que hace la declaración Mujica afirmó “nunca estuve de acuerdo con los presos políticos. Creo que hay que contribuir al diálogo”, aunque consultado sobre el polémico caso de Leopoldo López y si él, al igual que Almagro lo considera un preso político explicó:
“Tiene pinta de no serlo. Pero lo prefiero en Miami, donde tiene que estar rodeado de sus congéneres. Allá está mejor que preso. No caería en darle esa oportunidad a quienes quieren convertirme en víctima. Estoy en soledad en estas cosas. Cuando lo metieron en cana a Pinochet en Inglaterra yo estaba en contra. No por Pinochet, es obvio. Estaba en contra de reconocerle a un juez extranjero la posibilidad de juzgar lo que quiera extraterritorialmente” dijo. En ese sentido explicó que “el día que le reconozca a un tribunal extranjero la posibilidad que me condene, me estoy condenando yo. Eso lo decía Fidel. Cuando se pertenece a un país pequeño lo más sagrado es la no intervención extranjera y que cada uno resuelva sus dramas. Que no venga después ninguna Comisión Interamericana de Derechos Humanos a pedirme cosas porque en el fondo responden al que pone la guita”.
Sabias palabras las de Mujica.
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