viernes, 29 de diciembre de 2017

2017: Occidente da su adiós a libertad de prensa

2017 se recordará como el año en que se erigió un auténtico muro entre conceptos como prensa y libertad. Los que lo levantaron no fueron los Gobiernos señalados por Occidente como “dictatoriales”. Por el contrario, lo edificaron quienes se venden como máximos referentes de los valores democráticos.
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Por fin, EEUU se quitó la máscara y sacó a la luz su desprecio a la libertad de prensa. Según Washington, un medio de comunicación puede calificarse como tal si se dedica a elogiar a Occidente y arremeter contra quienes son señalados como sus enemigos, sea Rusia o cualquier otro país. Y los que no siguen esta línea son “instrumentos de propaganda” y, por lo tanto, pueden ser maltratados, sin que nadie levante una ceja.
Los medios internacionales rusos como RT sufrieron en carne propia cómo funciona esto. Desde el más alto nivel de las autoridades norteamericanas, así como las de la Unión Europea, se llegó a los extremos de equiparar a ese canal televisivo con el grupo yihadista Daesh. Asimismo, RT fue presionado para que se registrara como agente extranjero en EEUU, y ello con el claro objetivo de complicarle la vida. Basta con mencionar que, paso seguido, el Congreso norteamericano cerró sus puertas a los periodistas de ese medio.
Sputnik tampoco es bienvenido en EEUU, que está aplicando medidas represivas contra entidades que difunden en suelo norteamericano el contenido que generamos. En la UE pasa lo mismo. Se puede recordar, en este sentido, la aprobación por el Parlamento comunitario de una resolución en la cual se habla del peligro que representan Sputnik y RT, acusados de llevar a cabo “la propaganda hostil” con el fin de debilitar y dividir la UE.
Los dos medios son machacados, además, por la prensa dominante.
Se dedican a “socavar las democracias occidentales y sus instituciones aglutinando a un público antisistema”, escribió, por ejemplo, el periódico español El Confidencial, el cual insiste en que no son medios de comunicación, “sino de propaganda”.
Asimismo, se aprovechó el proceso independentista catalán para aumentar los ataques contra los medios internacionales rusos, bajo el pretexto de su supuesta simpatía con los secesionistas, algo que nunca se confirmó.
Todo ello, no obstante, no logró acallar a Rusia, es decir, expulsarla del espacio mediático internacional. Lo demuestra, en particular, el continuo crecimiento del número de seguidores de las cuentas de Sputnik y RT en las redes sociales.
En paralelo, se está disminuyendo la confianza en la prensa dominante. El último sondeo realizado por encargo de Sputnik en EEUU es una de las numerosas pruebas de ello.
Se entrevistó a casi mil personas, invitadas a responder a la pregunta sobre la objetividad de los principales medios de comunicación de su país. Un 60% de los encuestados se mostraron convencidos de que la prensa nacional no es otra cosa que un instrumento de manipulación de parte de políticos y grandes empresas.
Estos datos no sorprenden a Fernando Martínez, analista internacional dominicano, quien dijo en entrevista con Radio Sputnik que la prensa dominante está en agonía, muestra de lo cual es que “hasta los mismos Gobiernos de Occidente” están atacando a medios alternativos como Sputnik y RT.
“¿Por qué ataca un animal? Porque tiene miedo. Por la misma razón se ataca a RT y Sputnik que con un poquito de dinero van ganando el protagonismo, porque están diciendo la verdad”, indicó el analista.
Por su parte, el profesor español Julián Jiménez, experto en temas mediáticos, afirmó en conversación con nuestra emisora que en países de la Unión Europea “la inmensa mayoría de la gente” tampoco “tiene confianza en los medios de comunicación” y se da cuenta de que “la prensa está manipulada”.
En este contexto, cabe señalar que entre los ciudadanos comunitarios los españoles son los que menos confianza tienen en la prensa de su país. Muestra de ello es un informe elaborado por el Instituto Reuters para el Estudio del Periodismo de la Universidad de Oxford. El estudio se realizó antes de la crisis catalana. Si se hace hoy, sin duda, se obtendrán unos datos incluso más duros para ese país, cuya prensa se desgastó mucho tratando de echar toda la culpa a Rusia, algo que una buena parte de los ciudadanos españoles consideraron una burla, dijo a nuestra emisora José Luis Orella, doctor en Historia y Derecho y profesor titular de la Universidad CEU San Pablo.
A su vez, el argentino Alberto Hutschenreuter, doctor en Relaciones Internacionales y profesor titular de Geopolítica en la Escuela Superior de Guerra Aérea, se mostró convencido en declaraciones a Radio Sputnik que “el mundo de predominancia de información atlántico-europea necesariamente tiene que ser pluralizado”.
“Tenemos voces árabes, tenemos voces del Lejano Oriente, tenemos voces en Rusia, tenemos voces en América Latina, tenemos voces en EEUU, y me parece bien que estén todas las voces. Lo que me parece mal es que se vitupere a un medio porque presenta una visión distinta”, resumió el experto.

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