Unas 20.000 personas bloquean una protesta en contra de los inmigrantes en el centro de Berlín.
La ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD) ha pinchado este domingo en su intento de congregar a miles de personas y ha tenido que ver como varios movimientos contrarios a su ideología xenófoba y racista han superado de largo su poder de convocatoria en las calles de Berlín.
Unas 4.000 personas han participado en la marcha ‘Por el futuro de Alemania’ en que el AfD ha insistido en los mismos mensajes racistas y contra el islam para protestar contra la política de acogida de la migración de la cancillera Angela Merkel. En los parlamentos que se han hecho durante el acto se ha alertado del peligro de la “islamización” del país debido a la llegada de personas fieles a esta religión. Pero en la misma zona céntrica de Berlín han acudido hasta 20.000 personas de signo contrario, convocadas por diferentes grupos antifascistas, que han bloqueado el paso de la manifestación en una demostración de fuerza. Los manifestantes han coreado consignas en favor de la libertad y los derechos humanos.
El anuncio de que las dos manifestaciones coincidirían ha hecho que la policía se desplegara por la zona y ha intentado evitar que se encontraran. Las protestas han acabado sin incidentes remarcables, a pesar de que los agentes han lanzado gases lacrimógenos para evitar que algunas personas atravesaran las barreras policiales.
Los eslóganes de los manifestantes del AfD y las consignas escritas en los carteles que llevaban se dirigían contra los enemigos habituales de la formación: la cancillera Angela Merkel, el islam, los refugiados y la política de fronteras abiertas. Con este mensaje de odio y radical el AfD ha conseguido entrar por primera vez en el Bundestag y convertirse en la tercera fuerza al conseguir el 12% de los escaños, después de haber obtenido con anterioridad representación en otros Parlamentos estatales.
Los antifascistas han hecho frente a los xenófobos con diferentes actos a lo largo del trayecto previsto para la manifestación xenófoba. Así, han sacado a la calle una treintena de camiones cargados con potentes altavoces que emitían música y han cantado y bailado en barcos y barcazas que navegaban por el río Spree.
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