No es propiedad privada, sino del pueblo
Por Narciso Isa Conde
El PNUD no debería seguir asumiendo el encargo del Gobierno de evaluar las pretensiones de EXTRATA NICKEL-FALCONDO de engullirse Loma de Miranda, como hizo con La Peguera y Loma Ortega.
Loma Miranda –lo ha dicho el país y sus hombres y mujeres de ciencia y de trabajo- no es negociable. Y lo hacemos proclamando la determinación de derramar nuestra sangre si deciden imponernos ese nefasto designio, con anuencia o no del PNUD.
En tal encrucijada, el PNUD o se repliega; o se dispone, cual que sea su visión, a no opinar a favor de FALCONDO; o se decide por el suicidio político en este país.
La pauta de la irresponsabilidad oficial y el desprecio por la calidad de nuestras instituciones de ciencia y por el sentido común del pueblo, la trazó Leonel Fernández, cuando acorralado en el caso Haitises-Cementera, recurrió al PNUD como “bajadero”.
Entonces, ese organismo lo hizo bien y se prestigió con sus recomendaciones, lo que ahora avalaría no solo una decisión similar, sino también cualquier otra “ocurrencia” altamente perjudicial.
Una u otra valoración puede ser asumida por ese organismo de la ONU. Y no porque lo haga el PNUD sería palabra de Dios o fidelidad a la ciencia; sobretodo cuando se sabe que EXTRATA NICKEL no es equiparable a CEMENTERA-ESTRELLA; pues se trata de una corporación millones de veces más imponente y avasallante, parte del poder mundial que domina la ONU, con una inmensa capacidad de chantaje y soborno.
Ese riesgo no debería correrlo ni Valerie Julien, representante del PNUD aquí; menos aun este pueblo inteligente, amenazado de esa catástrofe ecológica.
Por eso es doblemente juicioso que el PNUD se desinterese de esa encomienda envenenada; y que todo el movimiento de defensa de Loma Miranda le solicite cortésmente que se inhiba de esa tarea asignada con mala fe.
La UASD y la Academia de Ciencias hicieron bien en no darle cancha al PNUD, no solo para que se le respete como entidades del conocimiento, sino también “por…siaca” se le ocurre pifiar.
Algo preocupante también es limitar lo de Barrick a lo económico, incluso a la revisión del contrato para inyectar dólares a este gobierno; eso al margen de lo ambiental, del cianuro y otros tantos; de la naturaleza criminal y ecocida de la Golda, e incluso del destino de los beneficios aun se explote impecablemente la mina.
Pienso que no hay manera de evitar lo peor -aun sea con mayores ingresos para este régimen corrupto, dictatorial, dependiente y neoliberal- si no se anula ese contrato-estafa, y se nacionaliza la mina. Pero de eso prometo escribir pronto.
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