sábado, 9 de noviembre de 2013

(VIDEO) Turquía: Contra el ‘Muro de la vergüenza’

por Lluís Miquel Hurtado desde Estambul

(VIDEO) Turquía: Contra el ‘Muro de la vergüenza’
Miles de kurdos se concentran en Nusaybin, sita en la frontera turco siria, para denunciar la construcción de un muro que dividirá aún más, a familias a banda y banda de la valla.
Miles de kurdos denuncian la construcción de un muro en la frontera de Turquía con Siria. Acusan al Gobierno de Ankara de intentar dividir a los kurdos y apoyar a los grupos armados vinculados a Al-Qaeda, que combaten contra los kurdos sirios.
Nota de Lluis Miquel Hurtado: Los kurdos amenazan con 'cortar las alambradas' que les dividen
A ambas bandas de la frontera turco siria la 'kurdicidad' clama contra el Gobierno turco. Le acusan de conspirar para arruinar la incipiente autonomía kurda 'de facto' nacida al norte de Siria y de intentar encubrir su éxito para que este no se contagie fuera de sus confines.
El objeto central de crítica es un muro que Ankara ha comenzado a construir en la frontera entreNusaybin, en Turquía y Qamishlo, la principal ciudad kurdo siria.
Desde las calles de cualquiera de las dos ciudades se puede contemplar a simple vista, a través de la triple alambrada, a los vecinos del otro lado haciendo vida.
Qamishlo, que hoy no registra combates, fue fundada en 1926 por desplazados de Nusaybin justo en la misma época en que se dibujó la frontera que hoy parte el territorio. "Hay familiares a banda y banda" explicaMehmet Konyer, que se manifestó el jueves en Nusaybin.
Aquella protesta-mitin multitudinaria estuvo cargada de tinte pankurdista. Jóvenes y ancianos portaban fotos de Abdullah Ocalan, líder del movimiento kurdo. Ondearon banderas de las guerrillas del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) y de las Unidades Populares de Protección (YPG) kurdo sirias. La subida al escenario de la cúpula del pro kurdo Partido para la Democracia y la Libertad (BDP) desató la euforia.
"A 200 metros hay una revolución", arrancó desde el estrado Selahattin Demirtas, colíder del BDP, señalando al alambrado de espino. Se refería a la 'Primavera kurda' de Rojava, hoy una 'casi autonomía' auto gestionada y defendida por sus habitantes tras la retirada del régimen de allí hace un año. "[Los kurdos de Rojava] no son enemigos de Turquía" prosiguió, en contraste con otras zonas de la frontera turca donde sí han caído proyectiles procedentes de Siria.
Pese a que no les privará de visitar a sus parientes en Siria, nadie ha entendido que el Gobierno turco iniciara hace un mes la construcción del muro, de un kilómetro de largo y 2,5 metros de alto. "Nuestro corazón está en Rojava", enfatiza Gülbahar. El enfado con las autoridades es tal que la alcaldesa de Nusaybin,Aise Gokkan, se plantó en la zona donde comenzaron las obras de la tapia y pasó nueve días en huelga de hambre.
Demirtas aseguró el jueves que Turquía interrumpirá las obras del muro. Las autoridades no lo han ratificado.El ministro de Interior afirmó que los muros buscan "evitar que se franquee zonas minadas". Según la prensa se están erigiendo tres tramos de tapia, de no más de 2,5 Km de longitud, a lo largo de 822 Km de frontera turco siria. Esta línea divisoria contempla el cruce de miles de contrabandistas haciendo negocio y de refugiados que huyen del drama sirio.
"Si reanudan las obras", amenazó Selahattin Demirtas, "no sólo destruiremos el muro, sino que cortaremos el alambrado y alcanzaremos el otro lado". Luego, el político volvió a cargar contra Ankara, a la que acusa de apoyar logísticamente a los grupos afines a Al Qaeda que disputan terreno a los kurdos en Siria: "Sin la ayuda de Turquía, Qatar y Arabia Saudí, [los yihadistas] no aguantarían ni tres días", apostilló.
Este contexto amenaza con reavivar un conflicto armado que PKK y Gobierno turco llevan un año intentando resolver. El líder del PKK, Cemil Bayik, subrayó a ELMUNDO.es que se planteaba atacar a Turquía si "su respaldo a esos bandidos" seguía. Tayyip Erdogan negó el jueves estar cobijando al yihadismo, y considera las denuncias kurdas una "mentira". Salih Muslim, líder del kurdo sirio Partido de la Unión Democrática (PYD) declaró ayer que Turquía ha decidido cortar el aprovisionamiento a los yihadistas.
"Turquía deja que ambulancias crucen la frontera con armas ocultas y a nosotros nos toca pelear con las administraciones para poder enviar material humanitario", lamentó Demirtas, que exige el restablecimiento del comercio y el permiso de entrada de ayuda humanitaria a Rojava. Una lluvia de latas de gas pimienta, lanzadas súbitamente por la Policía sobre el auditorio, replicó su discurso y sembró el caos en Nusaybin.

VIDEO RELACIONADO

0 comentarios:

Publicar un comentario